Ciudad de México. El peso mexicano cerró este viernes en su peor nivel desde noviembre pasado, debido a que se han conjuntado diversos factores externos e internos.
De acuerdo con el Banco de México (BdeM), la moneda mexicana terminó en 21.26 unidades por cada dólar, lo que significó un retroceso de 0.42 centavos respecto al valor reportado el jueves por la institución.
De acuerdo con datos del banco central mexicano, la moneda local se ha depreciado en lo que va del año 7.15 por ciento. Sólo en esta semana el peso ha cedido 65 centavos frente a la divisa estadunidense, que equivale a 3.15 por ciento.
La última ocasión en que el valor del peso se encontró por arriba de los 21 pesos fue el 3 de noviembre, mientras que el 20 de enero pasado se colocó en su nivel más bajo, que fue de 19.57.
El retroceso observado este viernes se explica por la publicación de los datos de empleo en Estados Unidos, así como el alza en los rendimientos de los bonos del Tesoro de esa nación.
Humberto Calzada Díaz, analista de mercados para Rankia Latinoamérica, explicó a La Jornada que después del fortalecimiento que experimentó el peso mexicano en los meses pasados —como consecuencia de los estímulos por parte del gobierno estadunidense, entre otros factores— en esta ocasión se han conjuntado varios factores.
Explicó que en el plano externo el impacto se originó por los riesgos de inflación en Estados Unidos, la recuperación de los bonos del Tesoro, el mensaje sobre el posible descontrol de la inflación de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed).
Mientras que a nivel interno, la aprobación de la Ley de la Industria Eléctrica por parte del Senado ha causado desconfianza de los inversionistas. “Sumados todos estos factores, pues vemos por eso una apreciación fuerte de tipo de cambio”, dijo.
“Encontramos ya un piso en niveles de 21 pesos y obviamente si seguimos con estos escenarios de volatilidad, el siguiente nivel que podríamos alcanzar serían los 22.04”, apuntó.
Comentó que la desconfianza generada por la ratificación de la reforma energética puede atenuarse en los siguientes días, pero ello dependerá de cómo evolucione el manejo de la política en el sector energético.
“Nosotros vemos un siguiente nivel en 22.04. Es un techo fuerte donde si seguimos con este ritmo sería el primer objetivo que tenemos”, dijo.
Agregó que el impacto por el tipo cambiario se reflejará en la inflación, pues ello provoca que algunas materias primas como el crudo incrementen su valor, lo cual crea presiones inflacionarias.