Zacatecas, Zac., Pintados por los jóvenes hermanos muralistas Imuris Aram y Arturo Ramos Pinedo, la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), tiene dos nuevos murales que se encuentran en las unidades académicas de Enfermería y Medicina Humana, con un tema social obligado: la crisis humanitaria por la pandemia.
El mural más grande –que se encuentra en el patio interno de la escuela de Medicina– tiene una dimensión de 26.4 metros cuadrados y se titula Voluntad de vivir, cuya figura principal es el considerado dios romano de la medicina, Esculapio, flanqueado por dos médicos que históricamente han combatido pandemias: uno en la Edad Media, con el atuendo que utilizaban los galenos contra la peste negra, y el otro un médico moderno, ataviado con su equipo sanitario para enfrentar el Sars-Cov2.
Al pie de este mural, los autores de la obra –marcados emocionalmente por la difícil experiencia de haber tenido enfermos de gravedad, por Covid-19, a dos hermanas y a sus padres– charlaron con La Jornada sobre este trabajo que justo este miércoles estaban retocando para su inauguración en próximos días.
Los hermanos Imuris Aram y Arturo, de 35 y 39 años, en ese orden, realizaron sus primeras pinturas y cuadros hace 20 años.
De la peste negra al Covid-19
Imuris Aram explicó que el mural de la escuela de Medicina, se concibió pensando en cómo, en distintas épocas, la humanidad ha intentado combatir diversas epidemias, como en el siglo XIV, con la peste bubónica, también denominada peste negra, en Europa.
Los galenos de aquella época, usaban trajes especiales de cuero negro, con una máscara con forma de pico de cuervo, donde los galenos, explicó, “ponían esencias aromáticas, que creían que los protegían de las enfermedades”. El otro personaje tiene un traje sanitario blanco, como el que usan actualmente los médicos y personal que están en las unidades y hospitales Covid-19.
La obra está realizada en un enorme bastidor de madera cubierto con loneta, pintado con la técnica de acrílico sobre tela, con dimensiones de 4.90 de ancho por 5.40 metros de alto.
Sobre el personaje principal, Escolapio representa, señaló Imuris Aram, “la esperanza, la posibilidad de cura, la fortaleza humana y la voluntad de vivir. El caduceo que tiene a un costado, donde se enrosca una serpiente, representa la medicina”.
Arturo Ramos Pinedo, por su parte, considera que este mural llegó a sus vidas, como creadores artísticos, en un momento especial. Explica que a principios de este año, vivieron familiarmente la enfermedad del Covid-19: “Estuvo muy pesado. Era un momento en que no sabíamos si nos iban a dar mural o pintura –el proyecto se generó a finales del año pasado–, y se enfermó toda nuestra familia, pero el más grave fue mi padre, muy grave, con neumonía; la pasamos con muchas dificultades”.
Es así, expuso Arturo, que se produjo una circunstancia que considera de especial coincidencia: “En esta etapa de nuestra vida, al mismo tiempo en que estaba la pandemia, que mi padre estaba grave y teníamos muchas dificultades económicas, el mural llegó: nos llamaron para pintarlo. Todo se conjuntó.
“En esa experiencia, de tener a mis familiares con Covid-19, vimos la esperanza de mi padre de querer salir adelante, de querer vivir, de sacar fuerza, no sé de donde, porque hay gente que se deja morir.”
“El proyecto salvó a nuestro padre”
Paradójicamente, reveló que a pesar de la gravedad de su padre, no quisieron llevarlo al hospital, “porque a veces uno piensa que a los pacientes los dejan morir, por el gran número de gente enferma, y lo platicamos Imuris y yo, y decidimos dejarlo en casa, cuidarlo en familia, arroparlo, atenderlo, estar con él, y eso creemos que le ayudó a no perder la voluntad de vivir.
“Pasábamos por una crisis económica, porque esta es una enfermedad cara, carísima, pero yo doy gracias a este mural, porque fue el que salvó a mi papá, porque en el momento en que estaba más grave nos hablaron para aprobarlo, y con lo que nos pagaron, invertimos para salvar su vida, para los medicamentos y el oxígeno.”
El proyecto fue posible, señalaron, gracias al doctor Roberto Nava, quien tuvo la idea y se involucró en la gestión, como director de unidad académica de Medicina Humana, y a los rectores de la UAZ, saliente y entrante: Antonio Guzmán Fernández y Rubén Ibarra Reyes.
Dentro del mismo campus universitario UAZ-Siglo XXI –ubicado en la salida poniente de la capital de Zacatecas–, en la unidad de Enfermería, concluyeron otro mural de 3.30 por 4.90 metros, denominado Profesión que ama y cuida la vida, “un homenaje a aquellos enfermeros y enfermeras que por su esmero y profesionalismo en el cuidado de los enfermos han perdido la vida, y por eso tienen alas de ángel”.