Londres. La brecha entre los Sussex y el resto de la familia real se ahonda, con acusaciones de “falsedades” contra la monarquía británica y la investigación del supuesto acoso ejercido por Meghan Markle, antes de la emisión de una polémica entrevista de la pareja con la presentadora estadunidense Oprah Winfrey.
Una crisis pública nunca vista desde la época de Lady Di, madre de Enrique, quien también se desahogó en una impactante entrevista en 1995.
El duque y la duquesa de Sussex no disimularon su malestar con la institución cuando decidieron renunciar a sus responsabilidades dentro de la monarquía, pero el anuncio de la difusión de su primera gran entrevista desde que se trasladaron a California hizo temblar a la prensa británica.
Un extracto del programa, que será emitido el domingo en Estados Unidos, fue revelado el miércoles por la cadena estadunidense CBS.
Polémica entrevista
Consultada acerca de cómo podían repercutir sus declaraciones en el palacio real, Markle respondió: “No sé cómo pueden esperar que después de todo este tiempo mantengamos silencio cuando hay un papel activo que desempeña The Firm [así se refiere a la corona] para perpetuar falsedades sobre nosotros”.
El Palacio de Buckingham declinó hacer comentarios al respecto.
La publicación del video se produjo después de que el palacio real dijera el miércoles que examinaría las acusaciones de acoso contra Meghan Markle, duquesa de Sussex, reveladas por el diario The Times.
Denuncia por acoso laboral contra Meghan
A pocos días de la difusión en CBS de esta entrevista, potencialmente problemática para la corona británica, prevista el domingo en Estados Unidos y lunes en Gran Bretaña, el diario The Times informó que en octubre de 2018 Jason Knauf, entonces secretario de comunicaciones de la pareja, presentó una denuncia por acoso laboral contra Meghan.
“Claramente estamos muy preocupados por las acusaciones en The Times tras los señalamientos hechos por antiguos empleados del duque y la duquesa de Sussex”, indicó el palacio en un comunicado inusual para la monarquía británica, poco acostumbrada a ventilar sus diferencias en público. Buckingham subrayó que “no tolera ni tolerará el acoso en el lugar de trabajo”.
A raíz de esto, un portavoz de Markle aseguró que está “entristecida por este último ataque a su persona, especialmente habiendo sido ella misma blanco de acoso”.
Los abogados de la pareja dijeron a The Times que el periódico estaba “siendo utilizado por el Palacio de Buckingham para vender una historia completamente falsa” antes de la difusión de la muy esperada entrevista con Oprah Winfrey.
La entrevista recuerda a la que ofreció la princesa Diana en 1995, en la que afirmó que en su matrimonio había “tres personas”, en alusión a la aventura que mantenía su esposo, el príncipe Carlos.
Una entrevista que continúa generando noticias más de 25 años después. El jueves, Scotland Yard consideró que “no era oportuno abrir una investigación penal” contra el periodista de la BBC Martin Bashir, que obtuvo esa entrevista falsificando unos documentos, según el hermano de Lady Di.
En un extracto previo de la entrevista difundido el domingo pasado, el príncipe Enrique, que culpa en parte a la prensa por la muerte de su madre, la princesa Diana en 1997, declaró que temía que la historia se repitiera.
Nieto de la reina y sexto en el orden de sucesión a la corona británica, el príncipe se instaló cerca de Los Ángeles en 2018 con su esposa, con quien se casó ese mismo año en Windsor.
Invocando especialmente la presión de los medios para justificar su marcha, la pareja, que espera un segundo hijo, “pasó este último año buscando publicidad de una forma u otra. Desde mi punto de vista, eso hace que todo sea bastante hipócrita”, consideró Penny Junor, experta en la familia real.
Además, la crisis sucede en un momento difícil para la reina Isabel II, cuyo esposo, el príncipe Felipe, de 99 años, está hospitalizado desde hace dos semanas por una infección.
El jueves, el palacio indicó que el duque de Edimburgo fue sometido “con éxito” a una intervención quirúrgica“para tratar una enfermedad cardíaca prexistente”, pero que seguirá hospitalizado “varios días”.