París. Casi un 20 por ciento de los alimentos disponibles para el consumo en todo el mundo se desperdician cada año, según un informe publicado el jueves por la ONU.
"El problema es inmenso, con un coste a nivel medioambiental, social y económico", declaró a la AFP Richard Swannel, director de desarrollo de la ONG británica Wrap, coautora del "Informe sobre el índice de desperdicio alimentario", publicado por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
Según sus autores, se trata del estudio "más completo" realizado hasta ahora sobre la materia.
Los datos, de 2019, provienen de 54 países, tanto ricos como pobres, y conciernen la venta al por menor, los restaurantes y los hogares.
El informe se basa en una modelización a escala mundial y concluye que en total, cada año se desperdician 931 millones de toneladas, sin incluir las partes no comestibles, como los huesos y las cáscaras.
Demuestra además que el fenómeno afecta a todos los países, independientemente de su nivel de ingresos, mientras que según la ONU casi 700 millones de personas en el mundo padecen hambre y que tres mil millones no tienen acceso a una alimentación sana, de una población mundial estimada de siete mil 800 millones de personas.
"Hasta ahora el desperdicio alimentario estaba considerado como un problema de los países ricos", declaró a la AFP Clementine O'Connor, del PNUMA. "Pero nuestro informe muestra" que el fenómeno "afecta a todos los países que estudiamos", añadió.
De los 121 kilos de alimentos perdidos cada año por habitante, 74 kilos, es decir, más de la mitad, proceden de los hogares.
En porcentaje, del total disponible para los consumidores, se desperdicia 11 por ciento en los hogares, 5 por ciento en la restauración y 2 por ciento en la venta al por menor.
Por su parte, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es autora de un informe sobre las "pérdidas" alimentarias relativas a la producción agrícola y a la distribución.