El gobierno federal renegoció “un contrato leonino” con valor de 5 mil 200 millones de dólares, establecido en 2010 por la administración de Felipe Calderón Hinojosa y Odebrecht, el cual arrojó pérdidas para el país, tan sólo en un lustro, por 13 mil 749 millones de pesos (667 millones de dólares), debido a que Petróleos Mexicanos (Pemex) fue obligado a abastecer 66 mil barriles de gas etano diarios a Braskem Idesa, de capital mayoritario de Odebrecht, informó el director de la empresa pública, Octavio Romero.
Durante su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador documentó el “engaño” de la reforma energética, y dio la bienvenida a la aprobación de su iniciativa eléctrica en el Congreso, que “no viola la Constitución” y, en cambio, sí dejará de subsidiar a productores privados por una suma de 300 mil millones de pesos, indicó.
El tema energético ocupó el mayor espacio en la conferencia. El propósito, subrayó el mandatario, es renegociar los “contratos leoninos” que permitieron a esas firmas especular contra el interés del pueblo. Tocó el caso de la holandesa Vitol, que sobornó a funcionarios mexicanos –la firma se negó a dar nombres– y en resarcimiento esa compañía ofreció 17 millones de dólares a Pemex. No obstante, el Presidente declaró que no aceptará ninguna compensación hasta no conocer la identidad de los involucrados.
El Ejecutivo advirtió que su gobierno “no será cómplice en actos de corrupción ni de abuso” y, al contrario, el objetivo será recuperar todo lo que se pueda, por varias vías y métodos, siempre de forma legal, nada por la fuerza.
Llamó a sus adversarios a no infundir temor entre inversionistas, “porque –contrario a lo que se intenta hacer creer– la lógica es seguir manteniendo contratos fundamentales para el desarrollo del país pero no ayudar la corrupción”.
A las empresas envío el mensaje para dejar en claro el cambio: “Hubo un tiempo en que les permitieron cometer atrocidades, abusos, actos de corrupción; eran los tiempos del soborno, del moche. Ya eso terminó. No se puede llamar ni siquiera negocio, no se trata de una ganancia razonable, sino de una apropiación indebida de presupuesto”.
De la negociación con Braskem Idesa, el director de Pemex detalló las condiciones adversas en que se dejó a esta empresa pública, con obligaciones por 20 años, con posibilidad de prórrogas por 15 años, aun cuando Pemex no tenía ni para sí tal cantidad.
Por si fuera poco, Pemex cargaba hasta con el costo del transportes y las penalizaciones eran desproporcionadas (más de 200 por ciento del costo de cada barril faltante), así como subsidios de 70 por ciento del valor del producto.
Precisó que entre 2016 y 2020, la pérdida por el diferencial de precio para Pemex ascendió a 667 millones de dólares, de ahí que con la renegociación (firma de memorando) el gobierno considera que Pemex ahorrará los 13 mil 749 millones de pesos en referencia.
–¿Hubo un apretón de manos ahí? –se le preguntó a López Obrador.
–Sí, sí, pero legal. La renegociación no fue en principio a voluntad de la compañía, sino que se vieron obligados cuando se les venció un contrato de suministro de gas natural y se decidió no renovarlo.
Ahora, los compromisos con la filial de Odebrecht serán hasta 2024, sin presiones de venta.
Descarta expropiaciones
En cuanto a la reciente reforma a la ley del sector eléctrico, el Presidente aseguró que se sentará con las empresas a buscar acuerdos porque el objetivo es fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad para poder enfrentar momentos difíciles, pero no expropiar.
“No queremos expropiar por expropiar, no hemos hecho ninguna expropiación. Esto lo digo para que nuestros adversarios, que no son nuestros enemigos, no infundan miedo a los inversionistas. No vamos a afectarlos”, señaló.
También reprochó que, con la reforma energética del gobierno de Enrique Peña (para la cual fueron firmados 107 contratos), “engañaron completamente” respecto a los beneficios que traería.
“Fue como el parto de los montes. Hacían un gran escándalo. ‘Ahí viene la dolariza, ahí viene la inversión, se va a incrementar la producción petrolera, va a bajar el precio de las gasolinas’. En efecto, parieron un ratón, 20 mil barriles diarios en cinco años y aun así se quedan los contratos”. Esa cantidad es apenas 2 por ciento de la producción en el país.
Entre sus argumentos adelantó que en Pemex se está “descubriendo mucho petróleo”, y lo dará a conocer el 18 de marzo, al tiempo que analizará el tema del potencial del litio como recurso natural de la nación.
En su reproche a las ganancias que han obtenido las empresas nacionales y extranjeras durante el periodo neoliberal, subrayó: “Se pueden seguir haciendo negocios con legalidad, sin sobornos y con ganancias razonables. ¿Por qué si en España tienes utilidad de 15 por ciento, aquí es de 150 por ciento?”