Ciudad de México. México sale de la crisis de Covid-19 como la cuarta economía de América Latina con más pobres y también con la cuarta tasa de pobreza extrema entre su población, por debajo de Honduras, Nicaragua y Guatemala, mostró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La pobreza extrema en el país aumentó a 18.3 por ciento de la población, lo cual implica un 7.7 por ciento más que en 2019 y la pobreza aumentó 9.1 por ciento para un total de 50.6 por ciento de la población en esa condición, sin que hayan tenido efecto los programas de gobierno, según la Comisión.
Pese a la caída de 10 por ciento en ingresos laborales que resintió el país, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, consideró que “México empezó antes de la pandemia a preocuparse por los pobres”, con los programas de transferencia a personas de la tercera edad y a jóvenes estudiantes y aprendices, así como el aumento al salario mínimo.
Bárcena presentó este jueves una nueva edición del informe anual Panorama Social de América Latina.
La titular de la Comisión también reconoció en el país una “agresiva política de reconversión hospitalaria” para enfrentar la saturación de servicios y la contratación de 50 mil personas en el sector salud a raíz de la pandemia.
Lo mismo consideró la manera en que se ha procurado la adquisición de vacunas e impulsado una política internacional en contra del acaparamiento.
Fortalecer sector energético con renovables
Sobre los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica en México, la secretaria ejecutiva de la Cepal consideró que es “positivo que se fortalezca el sector energético como una industria estratégica de un país”, pero “esto debería ir acompañado de una política de mayor alcance en la promoción de energías renovables”.
Expuso que las energías renovables no tradicionales y las energías limpias pueden ser una “gran oportunidad en México”, sobre todo porque la mayor proporción de inversión extranjera directa (IED) que llegó a la región en el año anterior fue en ese tipo de energéticos.
Las empresas quieren invertir, lo que importa ahora “es dar certidumbre a estas empresas que efectivamente se van a revisar los criterios, que eso también se vale y se van a revisar los procesos de contratación, pero una vez que se definan, se establezcan reglas claras para que la inversión siga viniendo a México”, agregó.
Sostuvo que México sigue siendo un país muy atractivo a la IED por varias razones, pero también la reciente crisis en Texas mostró que el país debe moverse hacia mayor autonomía energética y hacerlo a través de la diversificación.