Debido a la sequía que en distinto grado afecta a 80 por ciento del territorio nacional, hay regiones en las que se viven condiciones dramáticas para el sector ganadero. En estados del norte, como Baja California, la falta de forraje para alimentar a los animales y la ausencia de abrevaderos provoca una situación desesperada. Mientras en Sonora y Chihuahua desde el año pasado se viven condiciones erráticas de precipitaciones, señaló Homero García, secretario de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).
En este contexto las exportaciones de carne de res bajaron en 25.3 por ciento y el valor decreció en 15.4 por ciento. Disminuyeron las ventas a Estados Unidos y el mercado de Asia-Pacífico, adonde se destina 88 por ciento y 8.7 por ciento, de la producción, respectivamente, informó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas. Precisó que las exportaciones de becerros cayeron 12 por ciento, al sumar 88 mil millones de cabezas.
Por su parte, Homero García en entrevista destacó que la falta de lluvia lleva a que se viva una situación desesperada en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, donde además hubo afectaciones por las las heladas. Las lluvias se esperan hasta mayo.
Recordó que en Tabasco, debido a las inundaciones del año pasado, se echaron a perder pastizales y los potreros salieron afectados, con lo cual los animales no tenían que comer. Aunque ahora la situación se ha normalizado. Explicó que en contraste, en Veracruz –que tiene alrededor de 4 millones de cabezas de ganado–, Puebla, Hidalgo y San Luis Potosí, las condiciones son mejores.
Durante 2019, agregó, hubo una sequía prolongada, “el cambio climático ya está aquí y obliga a trabajar con medidas tecnológicas, a adaptarnos”.
Precisó que el inventario de cabezas de ganado en total es de 32 millones, aunque la mayor proporción está en Veracruz, Jalisco y Chiapas, que en conjunto suman 9 millones, en el norte hay una cantidad importante, ya que en Sonora hay 1.7 millones de cabezas, en Chihuahua 2.5 millones, Tamaulipas 1.1 millones, Coahuila tiene unas 800 mil y Nuevo León 500 mil.
Detalló que en una situación extrema de sequía lo que puede pasar es que no haya suficiente alimento, las vacas no se preñan, el año próximo habría menos becerros y se produciría menos carne. “Sí hay preocupación.”