Estados Unidos y Reino Unido acordaron este jueves una suspensión de cuatro meses de los aranceles de represalia impuestos por Washington a bienes como el whisky escocés por una larga disputa sobre subsidios a la aviación, diciendo que usarán el tiempo para resolver la disputa.
El anterior gobierno del presidente Donald Trump impuso aranceles a una serie de alimentos, vinos y bebidas alcohólicas de la Unión Europea, incluido el whisky escocés, algo que según el sector pone en riesgo su futuro.
"Reino Unido y Estados Unidos están llevando a cabo una suspensión arancelaria de cuatro meses para aliviar la presión sobre la industria y dar un paso audaz y conjunto hacia la resolución de las disputas más antiguas en la Organización Mundial del Comercio", indicó un comunicado conjunto.
"Esto dará tiempo para centrarse en la negociación de una solución equilibrada de la disputa, y comenzar a abordar seriamente los desafíos que plantean los nuevos participantes en el mercado de la aviación civil procedentes de economías no de mercado, como China", agregó.
En diciembre, Londres dijo que usará su nueva libertad fuera de la UE para desviarse de la política comercial común del bloque hacia Estados Unidos, decidiendo suspender unilateralmente los aranceles con la esperanza de desbloquear un acuerdo.
"Estoy encantada de decir que nuestros aliados estadunidenses -bajo su nuevo presidente y su esforzado personal en la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos- han acogido nuestra medida para buscar un acuerdo justo", señaló la ministra de Comercio británica, Liz Truss.
La Asociación del Whisky Escocés se congratuló de la noticia.
"El arancel sobre las exportaciones de whisky escocés de malta a Estados Unidos ha causado un verdadero daño al whisky escocés en los 16 meses que lleva en vigor, con una caída de las exportaciones a Estados Unidos de 35 por ciento, lo que ha costado a las empresas más de 500 millones de libras", declaró la directora general de la asociación, Karen Betts.