Ciudad de México. La reapertura de los estadios de algunos equipos de la Liga Mx es “un paso muy importante” en la reactivación de la industria del futbol mexicano, tras las afectaciones derivadas de la pandemia de Covid-19; no obstante, el regreso a dichos recintos “debe ocurrir únicamente con la autorización de las autoridades sanitarias del país, de lo contrario, sería un gran error y un riesgo enorme para todos los involucrados”, consideró el ex federativo Rafael Lebrija.

Hasta el momento, sólo cinco de los 18 clubes de la Primera División cuentan con el aval del gobierno federal para abrir sus estadios: Chivas, Necaxa, Mazatlán, Juárez y Santos Laguna; aunque el aforo no deberá rebasar el 50 por ciento de su capacidad.

El Guadalajara planea poner a disposición de sus aficionados el 25 por ciento de las tribunas del estadio Akron en el próximo “clásico nacional” ante el América, el cual se efectuará el 14 de marzo. En tanto, los Rayos se medirán hoy frente al Pachuca, con 40 por ciento de ocupación en sus gradas.

A su vez, Mazatlán y Santos recibirán el próximo fin de semana el mismo porcentaje de seguidores en el estadio Kraken y Corona para sus partidos ante Chivas y Necaxa, respectivamente. Mientras Bravos tuvo ayer un aforo de 30 por ciento en el estadio Olímpico Benito Juárez en su duelo ante Monterrey.

Por su parte, la directiva del Atlas informó esta semana que se encuentra haciendo los trámites correspondientes para poder abrir el estadio Jalisco el siguiente mes.

En el caso del estadio Azteca, donde juegan América y Cruz Azul, y el Olímpico Universitario, sede de Pumas, aún no se vislumbra una fecha para su reapertura, toda vez que la Ciudad de México aún permanece en semáforo epidemiológico naranja.

“Es una muy buena noticia para los equipos, sobre todo en el tema económico, pero lo más importante es que esto se lleve a cabo en coordinación con la Secretaría de Salud del estado que corresponda y la Liga Mx, pues por más deseos que se tengan de ver los estadios llenos, esto es un asunto muy delicado, en donde está en juego la vida de miles de personas”, señaló el otrora directivo.

Aunque apuntó que el mayor ingreso económico de los clubes proviene de los derechos de transmisión televisiva, así como de los patrocinios, destacó que los recursos originados en las taquillas también “son un buen aliciente” para la industria futbolística; no obstante, advirtió que en cada caso se debe analizar si conviene abrir los estadios con tan poca gente.

“Los clubes reciben dinero por varios conceptos, tienen entradas importantes por los patrocinadores, los derechos televisivos, publicidad, entre otros, pero el que recaudan de las entradas en sus estadios, sin duda es fundamental, y obviamente si lo recuperan, podrán mejorar su economía luego de la crisis por la pandemia, pues muchos sí se vieron en números rojos.

“En este punto, creo que cabe hacer un estudio detallado, pues los equipos gastan muchísimo en el mantenimiento de los recintos, y me parece que deben evaluar si en realidad les beneficia o no abrir sus puertas con tan poco porcentaje de aficionados, tal vez a algunos les convenga más esperar a que el semáforo ya esté en verde, o al menos en amarillo, ya será cuestión de cada equipo”, comentó.

Por otro lado, subrayó que el éxito en el proceso de reapertura de los estadios dependerá en gran medida de que los aficionados “cumplan correctamente y al pie de la letra” los protocolos sanitarios establecidos por las autoridades.

“Por más que los clubes impongan medidas para evitar los contagios, y la Liga Mx, así como la Secretaría de Salud, hagan sus respectivas recomendaciones, el público debe poner su granito de arena y acatar todas las normas que le indiquen cuando esté en los estadios, sólo así se protegerá la salud de todos los asistentes, ya sean jugadores, cuerpo técnico, personal del staff, empleados, y por supuesto, aficionados”, expresó.

Finalmente, estimó que con la afición en las gradas “se podría mejorar un poco el espectáculo deportivo, porque la verdad ha estado medio flojo. Pienso que los futbolistas se sentirían apoyados y tratarían de tener mejores actuaciones frente a su público”.