El Abierto de Zapopan, primer acto deportivo que fue cancelado en México en 2020 por la pandemia, será ahora el primero internacional con público, al 30 por ciento permitido por las autoridades de salud de Jalisco, para el certamen que se disputará del 8 al 13 de marzo en el Complejo Metropolitano de Tenis de esa ciudad.
El año pasado, días antes de celebrarse la segunda edición, el tor-neo de Zapopan adoptó la organización de Indian Wells, de categoría 250 WTA, y aunque finalmente tampoco se celebró el de Jalisco, por el hecho de haberlo rescatado, la Asociación Mundial de tenis femenil le dejó la clasificación para este año.
Gustavo Santoscoy, director del torneo, informó que a unas horas de haber recibido la autoriza-ción de la Mesa de Salud de Jalisco, se abrió la venta de boletaje al público, que se estima serán unas 800 personas las que podrán ingresar cada día bajo estrictas medidas sanitarias, factor que, destacó, impulsará a las mejores cartas mexicanas que participarán mediante los tres wild cards disponibles: Renata Zarazúa, Giuliana Olmos –que viene de llegar a cuartos de final en dobles del Abierto de Australia– y Marcela Zacarías, quienes esperan sumar puntos de ranking mundial y acercarse así a la calificación directa a los Juegos Olímpicos.
Acentuó que “es muy importante la presencia de público para un certamen de tal magnitud, lo hablamos con gente de la WTA; la experiencia de los torneos con gente o poca afición cambia totalmente para las jugadoras”.
Todas las tenistas, entre las que destacan la estadunidense Sloane Stephens, 40 del mundo, la argentina Nadia Podoroska (45) y la checa Marie Bouzkova (50), deben cumplir con un protocolo sanitario establecido por la WTA, desde su llegada al aeropuerto y traslado al hotel, someterse a pruebas de Covid antes de salir de su habitación para dirigirse al estadio, convertido en una “burbuja”.