La carne de pollo, la más consumida entre los mexicanos por ser más barata que la de res y del cerdo, se ha encarecido más de 20 por ciento en el año reciente debido a factores externos como el alto precio del maíz, producto básico en el alimento de las aves.
Datos oficiales indican que el precio promedio del kilogramo de pechuga de pollo pasó de 67 a 85 pesos, en promedio, en establecimientos de la Ciudad de México.
El alza, apuntó Ernesto Hermosillo, presidente del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), está relacionado con el incremento que ha tenido el precio del maíz, sobre todo desde finales de 2020 y principios de 2021.
De acuerdo con la Chicago Mercantil Exchange, el precio del maíz se encuentra por encima de los 5 dólares por bushel, niveles no vistos desde 2013. A inicios de 2020 se encontraba en 3.7 dólares.
El precio del grano es fundamental para los productores, pues tiene una fuerte implicación en los costos al ser usado como alimento de engorda de pollos, cerdos y reses.
Según especialistas el costo del maíz se ha disparado en los pasados meses como consecuencia de la escasez por las heladas que ha habido en Estados Unidos, lo que se ha combinado con una menor cosecha en Sudamérica y una mayor demanda de China.
Lo anterior ha impactado en el precio del pollo en todo el país, pues no sólo se ha incrementado en la Ciudad de México. Por ejemplo, en Monterrey ha pasado de 90 a 115 pesos en Guadalajara, de 100 a 110 pesos.
El costo del maíz también ha afectado al precio de la tortilla, que en lo que va del año pasó de 15 a 17 pesos el kilogramo.
Ante estos aumentos, dijo el presidente de Comecarne, es importante que los productores implementen estrategias para hacer sus procesos más eficientes y lograr mantener precios, pues de lo contrario se puede caer el consumo de la población.
Además, señaló Hermosillo, México debe trabajar como país en la diversificación, de modo que tenga alternativas de comprar granos a otras naciones cuando en Estados Unidos esté caro debido a problemas internos.
“Debemos tener fuentes alternas y desarrollar como país infraestructura para hacer más fuerte la economía del país, y sobre todo en cuanto a producción de alimentos”, puntualizó.
De acuerdo con datos proporcionados por la Comecarne, durante el año pasado la producción de pollo se ubicó en 3.6 millones de toneladas, un incremento de 2.9 por ciento respecto a 2019.