Ciudad de México. La pandemia de Covid-19 ha tenido severos impactos en la vida de las mujeres en la región. De acuerdo con estudios presentados este lunes por las oficinas de ONU-Mujeres en México, Chile y Colombia, a causa de la crisis sanitaria este sector de la población ha perdido sus empleos y disminuido sus ingresos, ha incrementado el tiempo que dedican al trabajo no remunerado y presentan consecuencias en su salud mental.
En una conferencia virtual convocada por la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de ONU-Mujeres, se presentaron sendas investigaciones aplicadas en México, Chile y Colombia. Para la aplicación de las encuestas y el análisis de los resultados se contó con el apoyo de las instancias gubernamentales dedicadas a las políticas en materia de equidad y protección a las mujeres.
En el caso de México, presentó los resultados la titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman, quien aseveró que las mujeres han vivido de manera desproporcionada algunas de las peores consecuencias de la pandemia.
Los cuestionarios, aplicados entre septiembre y octubre del año pasado a mujeres y hombres mayores de 18 años muestran que 47 por ciento de ellas perdió su empleo o cerró su negocio a consecuencia de la crisis derivada de la pandemia.
De entre las mujeres encuestadas, 75 por ciento que realizan una actividad laboral por cuenta propia, disminuyó el numero de horas que dedican al trabajo remunerado.
La mayoría, 65 por ciento, son el principal sostén económico de su familia y habitan con niños menores a 12 años, pero debido a la falta de ingresos han dejado de pagar el alquiler o hipoteca de su hogar.
El tiempo que las mujeres mexicanas destinan al trabajo y cuidados domésticos –incluso tres veces superior al que realizaban los hombres antes del Covid-19— se ha incrementado considerablemente.
A estas horas de trabajo no remunerado han sumado, de acuerdo con el estudio de ONU-Mujeres, tiempo de labor como facilitadoras de educación a distancia. “Tarea para la que no tenían ninguna preparación”. Y éstas deben realizarse al mismo tiempo al cuidado del hogar y al trabajo remunerado.
De acuerdo con los datos, 64 por ciento de las encuestadas declaró que con la pandemia aumentó participación de su pareja en tareas del hogar, pero 57 por ciento de ellas manifestó que durante confinamiento se ha generado problemas de convivencia en casa.
Las consecuencias para ellas, resaltó Gasman, no sólo son materiales, pues 25 por ciento ha experimentado una o más de cuatro situaciones emocionales negativas a partir del Covid-19, la más frecuente, con 62 por ciento de los casos, es la tristeza.
“No basta tener certeza de esas desigualdades en la vida laboral y familiar. Se necesita tomar decisiones y generar políticas que cierren las brechas de desigualdad con base en información solida”, enfatizó la directora de Inmujeres.
Belén Sanz, titular de la Oficina de ONU-Mujeres en México, indicó que los hallazgos de la investigación muestran que los efectos de la pandemia ha sido más devastadores entre las mujeres que entre los hombres, pues más de ellas han perdido su empleo o cerrado su negocio, un número importante ha dejado de pagar renta o hipoteca, acceden a menos servicios básicos, y las desventajas se incrementan entre las que habitan con niños menores de 12 años.
Los resultados reflejan situaciones muy similares entre las mujeres de Colombia y Chile.