Ciudad de México. Para muchos trabajadores jóvenes, el salario ya no es suficiente, también buscan una remuneración emocional en sus centros de trabajo, a través de acciones de reconocimiento a su labor, capacitación, posibilidades de desarrollo personal y profesional, flexibilidad de horarios y mejora en prestaciones, de acuerdo con especialistas de la Universidad Iberoamericana.
Graciela Saldaña Hernández, del Departamento de Estudios Empresariales, señaló que esa demanda, que antes de la pandemia estaba ganando más terreno, se debe a que el salario monetario que reciben ha dejado de ser suficiente para cubrir sus necesidades. Antes, dijo, el sueldo permitía una mayor adquisición de bienes que de alguna manera dejaba cierta satisfacción.
De acuerdo con datos proporcionados por la universidad, entre los factores más importantes para atraer o retener personal en una empresa se incluye el llamado salario emocional, igual que las oportunidades de crecimiento, el balance entre la vida y el trabajo, las prestaciones superiores a la ley, programas de capacitación y una buena cultura organizacional.
Lo anterior se deriva con base en una encuesta elaborada por la bolsa de empleo OCC Mundial.
A mayor satisfacción del empleado, mayor productividad y retención del mismo, indicó la especialista. Agregó que el salario emocional sobre todo se ha impulsado en las grandes empresas y se prevé que se siga demandando.
Sin embargo, en las empresas pequeñas “hay más dificultad de que este tipo de remuneración continúe, debido a la crisis por la pandemia. “Primero por su capital financiero y también su aprendizaje”, añadió.
En tanto, Alberto Segrera Tapia, académico del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria de la Ibero, dijo que el ser humano requiere satisfacer varios ámbitos, es decir, “en el centro laboral, como en toda comunidad, la persona tendría que encontrar un espacio que le facilitara y promoviera su desarrollo integral”.