Al más puro estilo del viejo priísmo, aunque él formalmente es hechura del Partido Acción Nacional, Francisco García Cabeza de Vaca se organizó en Ciudad Victoria un acto de apoyo ante el proceso legislativo y judicial en curso que busca colocarlo sin fuero ante acusaciones relacionadas con el crimen organizado que, en Tamaulipas, como en varias entidades del país, ha sido durante décadas el verdadero gobierno a la sombra, comprador y controlador de políticos de cualquier signo partidista.

En realidad, no parecen los mítines a modo ni las declaraciones de fanfarronería el recurso más adecuado para contrarrestar el peso perceptible de las acusaciones presentadas por la Fiscalía General de la República contra Cabeza de Vaca, el primer opositor al Partido Revolucionario Institucional en ganar el gobierno de Tamaulipas (venció a Baltasar Hinojosa Ochoa, del ala tecnócrata del PRI).

Varios de sus propios colegas no morenistas, de manera destacada el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, se deslindaron del no acordado apoyo expreso de la Alianza Federalista a García Cabeza de Vaca. En un grado por definir, el expediente del todavía mandatario norteño habrá de impactar electoralmente al PAN, al igual que a algunos de sus aliados en la expedición de incompatibles rumbo a junio del presente año.

La reportera de La Jornada, Ángeles Cruz, especializada en asuntos de salud, publicó este domingo: “El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, está internado en el hospital temporal CitiBanamex desde el pasado miércoles, donde recibe tratamiento para Covid-19” (https://bit.ly/2ZXNKW2). La información exclusiva fue confirmada ayer mismo, por la noche, entre confusión y contradicciones de las fuentes oficiales de información sobre el tema. La propia Secretaría de Salud llegó a negar que el famoso subsecretario estelar estuviese hospitalizado y aseguró que recibía tratamiento en su casa. El propio López-Gatell confirmó lo publicado en La Jornada y envió una carta personal con “más elementos” sobre su hospitalización (https://bit.ly/3kwuKrj).

Astillas (no sólo electorales): este fin de semana se consolidó el predominio de la familia Monreal en Zacatecas, con el jefe senatorial y regional Ricardo como invitado especial de una gira en la que el Presidente de la República hizo varias referencias elogiosas a quien es hermano de David, candidato de Morena a gobernar la entidad… Sin embargo, los zacatecanos fueron informados por Mario Delchongo, perdón, Delgado (aunque la realidad es que trae a los morenistas del chongo, unos contra otros), que la candidatura a la presidencia municipal de la capital será cedida al negocio de las cuatro mentiras (PVEM), en función de las “alianzas”... La titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo frente a estudiantes mexicanos de la Universidad de Harvard: “Cuando yo dije que sufría violencia en las reuniones de seguridad, era cierto. ¿Por qué? Porque se hacían grupos de puros hombres, estaba yo la única y ¿saben quién me volteaba a ver?, nadie, antes de que llegara el Presidente. Ahí estaban cuchicheando todos, menos yo; yo no estaba incluida en esas bolitas de funcionarios”... Agregó Sánchez Cordero: “Ustedes han visto los permanentes ataques a mi persona en la prensa, que soy adorno, que soy florero, etcétera, etcétera. ¿Por qué? Por la agresión que se tiene hacia una posición tradicionalmente, que históricamente había sido única y exclusivamente de los hombres”. Al respecto, esta sección astillada considera que la valoración floral de la actual titular de Gobernación se debe a la enorme reducción de funciones que le impusieron y ella aceptó, y a su evidente falta de influencia y eficacia en los temas de la gobernabilidad nacional. No es un asunto de género: sucede con varios funcionarios varones del gabinete obradorista que igualmente parecen “floreros”... ¡Hasta mañana!

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