El Barcelona escaló a un nuevo episodio en la crisis en la que está sumido desde hace tiempo. Esta vez no atañe a resultados fatídicos en la cancha, sino al arresto del ex presidente blaugrana Josep Maria Bartomeu y de otras tres personas vinculadas al escándalo conocido como Barçagate, en una operación coordinada por la unidad de deli-tos financieros.
La policía catalana detuvo a cuatro individuos –entre ellos a Bartomeu– tras allanar el estadio del Barcelona en una operación para investigar y recabar información que sacude al club a menos de una semana de realizar elecciones presidenciales.
El allanamiento respondió al caso Barçagate, que estalló el año pasado y en el que dirigentes del club fueron acusados de lanzar una campaña de desprestigio a jugadores del equipo en las redes sociales y que eran críticos de la gestión de Bartomeu.
Lo ocurrido este lunes llega como consecuencia de “una investigación por presuntos delitos relativos al patrimonio y el orden socioeconómico”, informó la policía en un comunicado.
La policía no identificó a quienes habían sido detenidos, pero el candidato presidencial Joan Laporta confirmó las versiones de medios españoles de que Bartomeu era uno de los apresados.
“Ante los registros en las oficinas del club, y las detenciones del ex presidente del club y ejecutivos, desde la candidatura queremos decir que tenemos un máximo respeto por las actuaciones judiciales y policiales”, dijo Laporta, “estos hechos perjudican enormemente la imagen y reputación de nuestro club”.
La operación abarcó cinco sitios diferentes, incluyendo departamentos “específicos” de la sede del Barcelona, entre ellos también el domicilio de Bartomeu. La policía destacó la “actitud colaborativa” del club y que la investigación lleva un año y aún continúa.
Entre los detenidos que la prensa española mencionó se encuentran el director ejecutivo (CEO) Óscar Grau, el jefe legal Román Gómez Ponti y Jaume Masferrer, mano derecha de Bartomeu en el club. Fueron trasladados a una comisaría para ser sometidos a interrogatorio. Medios españoles añadieron que la policía también acudió a la residencia de Bartomeu en busca de pruebas.
El club señaló que “ha ofrecido su plena colaboración a la autoridad judicial y policial para aclarar los hechos objeto de esta investigación”, y añadió que el caso se refiere “a la contratación de servicios de seguimiento en las redes sociales”.
El Barcelona ha negado las acusaciones de que contrató –y se excedió en los pagos– a una compañía para difundir comentarios negativos sobre sus propios jugadores y detractores en las redes sociales, y de paso darle realce a la imagen de sus directivos.
La compañía fue acusada de crear cuentas falsas en las redes sociales para desacreditar a voces opositoras en el seno del club. Entre las figuras objeto de ataques estuvieron Lionel Messi y Gerard Piqué, al igual que el ex técnico Pep Guardiola.
El club difundió posteriormente una auditoría independiente, según la cual no se cometieron delitos.
Bartomeu y los demás integrantes de la junta directiva renunciaron el año pasado en medio de una disputa por el contrato de Messi. El club atraviesa una situación muy convulsa por su crisis institucional y los problemas económicos exacerbados por la pandemia de coronavirus, con deudas que ascienden a los mil 100 millones de euros (mil 300 millones de dólares).
El equipo quedó bajo la administración de una junta gestora tras la salida de Bartomeu en octubre, precipitada por la recolección de firmas a favor de una moción de censura por parte de socios cansados de los malos resultados deportivos y el agravamiento de la situación económica del club. A raíz de que se hizo público el Barçagate, un grupo de aficionados denunció a la junta directiva de Bartomeu por corrupción y administración desleal, acusaciones que están siendo investigadas por una juez de Barcelona, quien ordenó ayer la operación.