Este domingo se develó en la plaza principal de la ciudad de Parral, Chihuahua, una estatua dedicada al escritor Carlos Montemayor (1947-2010), a 11 años de su fallecimiento, para celebrar la memoria de quien fuera nombrado en 2004 “hijo pródigo” de ese lugar.
En una ceremonia que se transmitió en redes sociales, se recordaron anécdotas y poemas del autor que “tuvo la osadía de traspasar las fronteras de su tierra natal y del tiempo. Su talento y perseverancia, y su espíritu minero de picar piedra, sin importar las circunstancias, le abrieron las puertas del mundo”, expresó Leoncio Durán, regidor de Educación y Cultura de Parral.
Cada obra de Montemayor, añadió el funcionario, “es fiel testimonio de su pasión y obsesión por trascender a su época y a su gente. Es aquí donde se formó el carácter sencillo, creativo y perseverante del gran caudillo social, escritor e intérprete.
“Su primera gran fuente de inspiración encontró lugar, precisamente, en la emoción de describir a su tierra. La grandeza del autor también encontró lugar en los pueblos indígenas, especialmente en el rarámuri. Tuvo sensibilidad para escucharlos, valoró su riqueza cultural, su cosmovisión. El poeta ha cruzado el camino del aquí y del ahora, dejando una huella imborrable con su obra, convirtiéndose en uno de los principales iconos culturales de Parral. Hoy estamos aquí para abonarle un poquito a esa deuda, para reconocer y darle el lugar que se merece, aquí en su patria chica.”
Realizada por el escultor Fermín Gutiérrez, la estatua de Montemayor lo muestra sentado, en un lugar muy visible de la concurrida plaza Guillermo Baca, corazón del legendario pueblo Real de Minas de San José del Parral, centro neurálgico de la actividad minera desde la época colonial, hoy oficialmente llamado Hidalgo del Parral.
El presidente municipal de la ciudad, Cayetano Girón, precisó que “no se cayó en el error de colocar la estatua en las alturas, sino cercana a la gente, para que los visitantes tengan curiosidad por acercarse, por charlar con él, conocerlo, reconocerlo”.
Al acto de develación de la escultura acudió Victoria Montemayor, hija del escritor, quien compartió versos del libro Los poemas de Tsin Pau (escrito por su padre en 2007), prefacio de la novela Las armas del alba (2003): “El río Amarillo extiende sus caudales de oro / sobre las tierras, al pie de la neblina y las montañas. / El sol nace y busca su propio reflejo, / quiere encontrarse con el oro de las aguas y el mundo. / El general Hsun Tiang recoge su cabellera / y despeja sus pensamientos. / Mira a su ejército: / los combatientes preparan los arcos y los dardos, / pulen espadas y dagas y aseguran escudos. / Brillan las espadas en las montañas / como nuevos caudales del río Amarillo. / El general Hsun Tiang piensa en silencio: ‘Estas son las armas del alba’.
“Ese poema forma parte de un libro autobiográfico, donde se encuentran los poemas que hablan de Parral y los años felices de mi papá en el barrio de Villa Blanquita, con mis abuelos, corriendo por estas calles. Ahí está esa memoria que siempre transmitió y se preocupó por plasmar en sus libros, su poesía, su pensamiento crítico y en el fortalecimiento de las lenguas indígenas.
“Cubrió no sólo la historia de México y de los mineros o la guerrilla, sino también realizó un gran trabajo como traductor de la lengua latina, de la lengua clásica, del griego, como sus traducciones de los poemas de Carmina Burana y de Ledo Ivo.
“En nombre de mi familia, es un honor reiterar el agradecimiento al municipio de Parral. Estamos muy emocionados con lo que han hecho por no perder esta memoria de este gran y distinguido parralense. Nos honran el cariño y la admiración que rodea la figura de mi padre, cuyas cenizas se encuentran, precisamente, aquí cerca, en el templo de San Juan de Dios de esta ciudad”, concluyó Victoria.