Los cárteles del Noreste y del Golfo, así como células de Los Zetas, se disputan palmo a palmo el control de la llamada “frontera chica”; sin embargo, no existe un registro preciso de los secuestros de migrantes y la desaparición de personas en la entidad en lo que va del gobierno del panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, señalaron autoridades federales.
Los funcionarios entrevistados mencionaron que las estadísticas que reporta mensualmente el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), como son ingresadas al sistema con base en los reportes de la autoridad local parecen indicar que la violencia ha disminuido; sin embargo, en enero pasado, Tamaulipas no reportó el plagio y asesinato de 19 personas en el municipio de Camargo, entre ellas 16 ciudadanos guatemaltecos.
Datos del Sesnsp indican que mientras en 2016 se reportaron 594 casos, en 2017 la cifra aumentó a 801 carpetas de investigación iniciadas; para 2018, el organismo federal reportó un total de 851, mientras en 2019 los homicidios contabilizados y dados a conocer al secretariado fueron 663.
En 2020, la cifra de homicidios dolosos fue menor, oficialmente, que los reportados en 2016, al iniciarse 571 carpetas de investigación. En el primer mes de este año se contabilizaron 35 casos.
Respecto de los casos de secuestro, los grupos que realizan estos actos han sido identificados por autoridades federales como parte de Los Zetas y las células del cártel del Golfo, principalmente en los municipios de Matamoros, Reynosa, Gustavo Díaz Ordaz, San Fernando, Camargo, Miguel Alemán, Mier y Nueva Ciudad Guerrero.
Sin embargo, las operaciones de estos grupos se han extendido a zonas de Nuevo León y Coahuila, y los grupos de extranjeros y mexicanos que buscan llegar a Estados Unidos son interceptados y privados de su libertad, mientras los delincuentes negocian con las familias de cada una de sus víctimas para que les entreguen dinero a través de depósitos bancarios, refirieron las autoridades entrevistadas.