La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconoció ayer que ha sido difícil y un gran reto ocupar ese cargo, no sólo por la complejidad de la dependencia sino por los ataques permanentes en su contra.
“Que soy adorno, que soy florero, etcétera, etcétera. ¿Por qué? Por la agresión que se tiene hacia una posición que tradicionalmente, que históricamente había sido única y exclusivamente de los hombres”, consideró en el foro Participación política de las mujeres en México: retos y temas pendientes.
Insistió en que sufrió violencia de género en el gabinete de seguridad al relatar que en las reuniones de esa instancia se hacían grupos de puros hombres y nadie volteaba a verla antes de que llegara el Presidente. “Ahí estaban cuchicheando todos, menos yo, yo no estaba incluida en esas bolitas de funcionarios”, subrayó, para destacar que ahora, afortunadamente, hay una secretaria de Seguridad y ya no se hace eso.
“Pero, definitivamente, era una situación que a lo mejor para ellos no era importante, es más, ni la percibían como tal. ¿Y por qué no la perciben como tal?, porque es una cultura distinta, porque... es lo normal en este patriarcado y este machismo”.
Durante el foro organizado por la asociación de estudiantes mexicanos en la Universidad de Harvard, dijo sentir la responsabilidad al frente de la secretaría como una lápida en la espalda, pues explicó que los resultados que da deben ser mejores que los de cualquier hombre en la misma posición.
Ante la ministra Janine Otálora y la consejera electoral Carla Humphrey, entre otras, señaló que las mujeres políticas o en puestos de dirección tienen que trabajar doble o el triple para poder avanzar.