Dubai. Cinco civiles, entre ellos un niño, murieron este domingo en un bombardeo perpetrado en la ciudad yemení de Hodeida, una localidad estratégica a orillas del mar Rojo.
El gobierno y los rebeldes hutíes se acusaron mutuamente del ataque.
"Cinco civiles, incluyendo una mujer y un niño, fueron abatidos por los hutíes en un ataque con bomba de mortero en su residencia", declaró a la AFP un oficial del ejército.
En cambio, los hutíes, según su agencia de noticias Saba, afirmaron que la explosión fue provocada por dos bombardeos aéreos de la coalición militar liderada por Arabia Saudita, que interviene en el país desde 2015 para apoyar al gobierno yemení.
Hodeida, situada a unos 145 kilómetros al suroeste de la capital Saná --controlada por los insurgentes--, constituye una puerta de entrada vital de comida, combustible y ayuda humanitaria.
La ONU, a través del jefe de su misión en apoyo al Acuerdo sobre Hodeida, Abhijit Guha, condenó "con la mayor firmeza" el ataque que, según dijo, también hirió a tres civiles.
"Estas continuas y devastadoras pérdidas civiles son una nueva violación del derecho internacional humanitario y de los términos del acuerdo sobre Hodeida y del alto el fuego", agregó.
En 2018, el gobierno y los hutíes firmaron en Suecia este acuerdo para desmilitarizar la estratégica ciudad portuaria.
Naciones Unidas advirtió el mes pasado que miles de civiles yemeníes corrían peligro en la provincia de Hodeida, después de que estallaran los enfrentamientos entre hutíes y fuerzas progubernamentales al sur de la ciudad costera.
El conflicto en Yemen ha dejado decenas de miles de muertos y obligado a millones de personas a dejar sus hogares, según organizaciones internacionales, y la ONU lo ha calificado como la peor crisis humanitaria actual.