Desde hace dos años se había señalado de manera oficial a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que sus auditorías de desempeño –como la que practicó al cierre del aeropuerto de Texcoco con resultados erróneos, según ha admitido el organismo– tenían deficiencias.
Un informe obtenido mediante el portal de obligaciones de transparencia de la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados –órgano encargado de supervisar a la ASF– indica que el área de Auditoría Especial de Desempeño (AED) de la ASF ha recibido calificaciones negativas en el promedio de informes que tuvieron fallas técnicas y legales antes de llegar a su versión final.
Se trata del informe de una auditoría practicada por la UEC al área de AED, instancia a cargo de Agustín Caso Raphael, quien firmó el lunes pasado el comunicado en el que la ASF reconoció, por primera vez en 21 años de funciones, que hay “inconsistencias en la cuantificación realizada en el marco de la auditoría, por lo cual su contenido está siendo objeto de una revisión exhaustiva, en particular en relación con la metodología utilizada para determinar el costo del Proyecto Aeropuerto de Texcoco”.
En el informe realizado en 2018 y remitido en 2019 al titular de la ASF, David Rogelio Colmenares Páramo, se advierte que se identificaron dos amenazas para el trabajo de esta área. Una es la “calificación negativa en el indicador que mide el ‘índice promedio del número de informes de auditoría que requieren adecuaciones técnicas y legales en la versión final’”.
La segunda amenaza son las bajas calificaciones en los “factores de liderazgo, ambiente laboral y relaciones en área de trabajo, identificadas con la aplicación del ‘Cuestionario para la evaluación del personal adscrito a la AED’”.
En las recomendaciones que emitió la UEC, ésta pide que la AED “implemente, a nivel de Auditoría Especial y de Direcciones Generales adscritas, medidas de control preventivas para evitar que se repitan los resultados negativos en la aplicación del indicador que mide el ‘índice promedio del número de informes de auditoría que requirieron adecuaciones técnicas y legales en la versión final’ de la cuenta pública 2016”.
El documento también resalta que se identificaron 14 fortalezas de la AED, como una “metodología sólida en la práctica de auditorías de desempeño” y tres debilidades, como la falta de instrumentos de control que “permitan conocer la percepción de los entes auditados sobre el impacto y utilidad que tienen las recomendaciones que emite”.