Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, explicó ayer a periodistas que al ordenar ataques aéreos en Siria (que dejaron 22 muertos), su intención es enviar a Irán el siguiente mensaje: “No se puede actuar con impunidad. Tengan cuidado”.
El Pentágono informó el jueves que, por orden del presidente Joe Biden, las fuerzas estadunidenses llevaron a cabo ataques aéreos contra infraestructura utilizada por milicias pro iraníes en el este de Siria, en respuesta a las recientes agresiones contra militares estadunidenses y aliados en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal.
Según el Departamento de Defensa, se destruyeron múltiples instalaciones ubicadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán.
El 15 de febrero, una docena de cohetes alcanzaron la base aérea de Erbil en el Kurdistán iraquí, matando a un contratista civil e hiriendo a otras nueve personas; según los informes, un grupo militante chiíta se atribuyó el ataque.
Irán “condenó firmemente” el ataque que podría “intensificar los conflictos militares” en la región, indicó anoche el ministerio iraní de Relaciones Exteriores.
Siria, país inmerso en un devastador conflicto desde hace una década, denunció una “agresión que constituye un signo de mal augurio sobre las políticas de la nueva administración estadunidense”.
Kataeb Hezbolá, uno de los grupos más radicales, calificó los ataques de “agresión bárbara” y “crimen atroz que viola el derecho internacional”.
La administración estadunidense dice que quiere revivir el acuerdo de 2015 con Irán, del que el ex presidente Donald Trump salió en 2018, y que tiene como propósito congelar las aspiraciones nucleares de la república islámica. Pero Washington también considera a Teherán como amenaza continua para la seguridad en Oriente Medio y sostiene que no tolerará “actividades malignas” llevadas a cabo por Irán.
Estados Unidos sospecha que Irán busca una oportunidad para vengar el asesinato por fuerzas estadunidenses del general Qasem Soleimani hace un año.
El portavoz del departamento de Estado, Ned Price, indicó el lunes que Estados Unidos “responsabilizaría a Irán por las acciones de sus representantes que atacan a los estadunidenses”, pero que no “arremeterá” y correrá el riesgo de desestabilizar a Irak.
Kirby calificó los ataques del jueves de “proporcionados” y agregó que “se llevaron a cabo junto con medidas diplomáticas”, incluida la consulta con socios estadunidenses de la coalición anti-EI en Siria e Irak. Pero el ministerio de Defensa iraquí negó cualquier coordinación con Washington en este ataque.
Moscú, aliado clave de Siria, condenó “firmemente esas acciones. Instamos a que se respete, sin condiciones, la soberanía y la integridad de Siria”, afirmó la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova.