Dejar la cancha no es fácil, pero cuando “tu cuerpo dice hasta aquí” sólo queda resignarse para cerrar el ciclo. Así es como vive Gerardo Jerry Flores su retiro como jugador después de 16 años, una trayectoria que termina por una lesión en la rodilla y lo obliga a dejar pendiente un título de Liga con Cruz Azul.
“Fue muy complicado el 2020, tuve tres cirugías en dos años y no resultó como esperaba. Fui sincero conmigo y con el club, así que tomé el tiempo para estar listo y terminar esta etapa”, dice en entrevista aún con el ánimo de no soltar el balón.
Después de debutar con Monterrey, jugar con Atlas y Jaguares, Flores se consolidó con los celestes al levantar un título de la Copa Mx (2013), una Concachampions (2014) y ser parte de la selección mexicana en la Copa Confederaciones (2013). Sin embargo, dejó una deuda al no romper el ayuno de títulos que sufre La Máquina desde hace 23 años.
“Ojalá me hubieran dado un año o dos años más, pero ya no se dio, el cuerpo no lo permitió. Me queda pendiente ser campeón de Liga con Cruz Azul, perdimos dos finales, pero creo que lo puedo conseguir como entrenador”.
Flores reconoce los altibajos de su carrera y al analizar la evolución del balompié mexicano señala que “afortunadamente se han terminado ciertas reglas”, como el “pacto de caballeros”, el cual impedía jugar a los futbolistas por acuerdos entre clubes.
“Fui afectado por el ‘pacto de caballeros’ cuando pase del Monterrey a Atlas, me pararon seis meses, pero hoy ya no está y el jugador ha tomado más fuerza. Se creó una Asociación y eso ayuda a la evolución del futbol”, asevera Jerry, quien omite recordar que también se quedó sin actividad en 2017 tras no llegar a un acuerdo con Cruz Azul.
Sin hacer señalamientos a algún club en específico, destaca la importancia de darle oportunidades a los nuevos talentos y no sólo buscar futbolistas costosos fuera del país sin hacer una evaluación a fondo.
“No tengo nada en contra con los extranjeros, al contrario, varios son mis amigos y han venido a aportar, pero también hay foráneos que sólo tapan el lugar de un mexicano. Entiendo, suelen ser un negocio, pero al final la beneficiada o perjudicada será la selección.”
La última vez que Jerry pisó la cancha lo hizo de manera fortuita, aunque demostró una gallardía que parecía faltarle a sus compañeros en ese entonces. Cuando Cruz Azul perdía ante el América en la final del Apertura 2018, Flores se levantó desesperado de la banca, entró al campo y buscó el balón para no perder tiempo, una acción por la cual fue expulsado.
Aunque la afición lo aplaudió, para Jerry “es un recuerdo del que no estoy orgulloso”, pero “quería ayudar al equipo, sentía impotencia y rabia”. Y no era para menos, apenas unos años antes, las Águilas les habían arrebatado otro cetro en los últimos minutos.
Ahora Jerry ha salido de la cancha, buscará el tiempo extra en los banquillos. Sin embargo, persisten los pensamientos enfocados en el plantel celeste. “ Yo sé que mucha gente se ilusiona y ya no quieren hacerlo” por tantas finales perdidas, pero “lo malo sería emocionarse con un plantel que está abajo, sólo será cuestión de tiempo (el título)”.
Así, lanza un advertencia: “A mí me decían que nunca iba a ser jugador, que no duraría mucho tiempo ni llegaría a la selección, pero jugué 16 años y fui seleccionado. Si logré todo eso como futbolista, puedo hacerlo como entrenador, no será fácil, pero voy a prepararme”.