Ciudad de México. Héctor Miguel Salinas, doctor en ciencias políticas y sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México, indicó que la reco-mendación de Philipp Lahm, ex capitán de la selección de Alemania, a los jugadores homosexuales para no hacer públicas sus preferencias “es un argumento retrógada que evita el cambio social”.
Apuntó que “si esperamos a que la sociedad esté lista, nunca pasará, se debe empujar y a partir de una realidad concreta de determinados grupos, los cuales exigen sus derechos, se deben generar los cambios”.
Aseveró que “una sociedad nunca está preparada para el cambio, pero Martin Luther King no esperó para enfrentar el racismo, ni las sufragistas aguardaron a que sus esposos estuvieran listos para reconocer sus derechos”.
Lahm desató polémica hace unos días cuando se reveló un fragmento de su libro donde recomendaba a los futbolistas gays “no salir del clóset” al asegurar que se convertirían en objeto de ataques y hostigamiento.
Salinas, también autor del libro Ehhh Puto, recordó que cuando se intentó aprobar el derecho de adopción para las familias homoparentales, “los grupos conservadores nos decían que los niños de hijos homosexuales serían acosados y discriminados”.
Sin embargo, “respondimos que entonces la verdadera preocupación que se debe tener es por cambiar a la sociedad, la cual suele discriminar la diversidad”.
No obstante, Salinas consideró que aún es poco probable que un jugador de élite se declare abiertamente homosexual debido al peso de los patrocinios y el temor a las burlas por parte de la afición o algunos de sus compañeros.
“Lahm habla desde la perspectiva de alguien que no sufre por esconderse o fingir todo el tiempo, pero no sabe que estar en el clóset también tiene un costo muy fuerte con repercusiones sicológicas y emocionales.
“Existe un círculo problemático muy fuerte. Por un lado hay una necesidad emocional de una persona para no vivir en la oscuridad, es uno de sus derechos, pero en contraparte está la cuestión económica de los patrocinios y la homofobia de las gradas”, lamentó.
Para romper este círculo “es necesario de personas pioneras que visibilicen la homosexualidad. Ya hay jugadores abiertamente gays en el hockey y otras disciplinas, pero el futbol tiene mayor influencia, es el deporte más visto y practicado en el mundo”, además de que está sumergido en una hipermasculinidad.
Al retomar las palabras de Lahm, lo comparó con la postura del arquero Manuel Neuer, titular con el representativo de Alemania y quien ha expresado su apoyo con los grupos LGBTTTIQ a quienes ha animado a hacer públicas sus preferencias.
“Neuer hábilmente decía: salgan juntos, porque si sale uno solo pueden pagar caro, pero si son muchos y varios son jugadores de calidad, la sociedad tendrá que aceptarlos como una realidad.”