La falta de refacciones y herramientas en el Metro ha generado que las reparaciones de algunos trenes se realicen con cinta canela y cinchos de plástico.
Después de la conflagración en el puesto central de control, los cortes de corriente en las líneas afectadas son de hasta dos horas, sin posibilidad de un desalojo inmediato, afirmó Jesús Urbán, secretario general del Sindicato Mexicano de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
El dirigente indicó que las líneas 1 a la 6 están energizadas de manera permanente y directa por la Comisión Federal de Electricidad a las subestaciones, por lo que tendría que haber personal del sistema ubicado de forma permanente en la subestación para poder cortar la corriente en caso de que se presente una emergencia.
Sólo la semana pasada, en la línea 1 se tardaron dos horas en cortar la corriente luego de un percance, además de que el personal se expone al descender a las vías para realizar maniobras, “ya tuvimos el caso de dos compañeros que sufrieron quemaduras”.
Explicó que antes del incendio en el complejo Delicias, los reguladores podían cortar la corriente, o bien, de manera manual se realizaba con los interruptores que hay en cada estación, pero ambos sistemas ya no funcionan.
En cuanto a las reparaciones, dijo que no en todos los casos se utilizan cinta canela y cinchos, “pero es recurrente el hecho de estas medidas ante la falta de refacciones”.
En imágenes difundidas en redes sociales, de las cuales Urbán confirmó su autenticidad, se muestra que la reparación del pantógrafo –equipo para tomar corriente de la catenaria– en un tren de la línea A, se hace con esos objetos.
Agregó que incluso dentro de las cabinas de conducción en los trenes se pueden encontrar taparroscas o monedas que se utilizan como botones de maniobra.
Ante eso, trabajadores que solicitaron el anonimato por temor a represalias, coincidieron en que “personal de material rodante, quienes son como los mecánicos de los trenes, no tienen herramientas ni refacciones”.
Respecto a la interrupción del servicio por más de dos horas y media el domingo pasado en la línea 5, de Río Consulado a Pantitlán, se debió a que “un tren llevaba la ventanilla suelta, lo que ocasionó un corto que fue tan fuerte que botó la corriente y eso ayudó a que los usuarios pudieran descender”.
Agregó que en caso de operar con los mismos transformadores se corre el riesgo de que vuelva a ocurrir un incendio en alguno y que al tener energía de forma permanente las subestaciones podrían sufrir daños.