La importancia de la inteligencia estratégica es que por ejemplo existen “think tanks” (laboratorios de pensamiento) que diseñan estrategias a 25 o 50 años sobre temas como el agua, el ambiente, el calentamiento global y deben reunir información, procesarla, analizarla y prever horizontes a futuro, detalló Mario Vignettes, doctor en Derecho Internacional por la Universidad Nacional Autónoma de México, durante el webinar “Hablemos de Inteligencia Estratégica”.
En México hay algo que se conoce como Reglamento para la Coordinación de Actividades de Seguridad Nacional (2006), que espero no esté en desuso, en el cual se señala que el concepto “Decisión política fundamental”, advirtió Mario Vignettes, “debe ser la base de las decisiones estratégicas. Pero si hay una concepción pobre de la administración pública, se traduce en una muy pobre visión a futuro sobre el país, y en una todavía más pobre ejecución de políticas públicas”.
En el encuentro en línea, organizado este jueves por la Udlap Jenkins Graduate School, participó también el analista en temas de seguridad estratégica Francisco Franco Quintero Mármol, maestro en Inteligencia y Seguridad Nacional por el King’s College London, quien precisó que el proceso de generación de inteligencia estratégica funciona cuando se agrega valor a los datos, y se convierte en información, y si se agrega aún más más valor, se produce conocimiento, y éste es la parte específica de la inteligencia; la información sólo se convierte en inteligencia a partir del análisis, y sirve para la toma de decisiones.
La inteligencia estratégica se genera siempre en un ambiente de tensión en el que se potencia la capacidad de toma de decisiones, expuso Mario Vignettes, quien ha sido docente en instituciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, y también ha impartido cátedra a servidores públicos de la Secretaría de Marina y la Secretaría de Gobernación.
“Un ejemplo es Estados Unidos: los cuatro años del gobierno de Donald Trump, durante los cuales el presidente no hizo caso a sus generadores de inteligencia, una de las estructuras de inteligencia más robustas del mundo, y en cambio, le hacía caso a un panfleto de Internet: Entonces se puede escuchar a alguien que aunque pueda tener buena fe, no utiliza los métodos de investigación formales”.
—¿Cómo y de dónde se obtiene la información que nos va a permitir hacer el análisis y convertirla en inteligencia estratégica para la toma de decisiones? –, preguntó la moderadora y académica de la Jenkins Graduate School, Nadia Tovar Cruz.
Las fuentes de información de inteligencia se pueden sistematizar con dos criterios básicos –respondió Vignettes--: si el acceso a esas fuentes es abierto o cerrado; en el primer caso es que puede acceder a ellas cualquier persona, y en el segundo, sólo ciertos individuos.
El otro criterio –agregó-- es la clasificación que atiende a si esas fuentes son vivas, si se trata de personas, o documentales, cuando se encuentra en un depositario físico que puede ser desde un papel hasta un inmueble o un monumento; si la información se encuentra en un dispositivo técnico que puede ser mecánico, eléctrico o electrónico. La interpretación de esa información permite conformar la inteligencia estratégica.