Londres. El príncipe Enrique del Reino Unido ha dicho que se apartó de sus deberes reales porque la prensa británica "tóxica" había estado destruyendo su salud mental y agregó que no se había alejado del servicio público.
La semana pasada, el Palacio de Buckingham anunció que el nieto de la reina Isabel II y su esposa, la estadounidense, Meghan Markle, habían tenido una ruptura final con la familia real, que no regresarían como miembros activos y perderían sus apoyos económicos.
Enrique, de 36 años, y Meghan, de 39, impactaron a la monarquía británica en enero de 2020 cuando anunciaron su intención de retirarse de los deberes reales y embarcarse en una nueva vida al otro lado del Atlántico.
"Nunca fue alejarse. Fue retroceder en lugar de renunciar, había un ambiente realmente difícil, como creo que mucha gente vio", declaró Enrique en una entrevista con James Corden, presentador de "The Late Late Show" en Estados Unidos.
"Todos sabemos cómo podría ser la prensa británica y estaba destruyendo mi salud mental, consideraba que era tóxico. Así que hice lo que haría cualquier esposo y cualquier padre, necesitaba sacar a mi familia de allí".
Antes de mudarse a California, la pareja se había quejado del trato de los tabloides británicos a Meghan -de padre blanco y madre afroamericana-, algunos de los cuales equivalían a acoso o racismo, según acusaron.
A principios de este mes, Meghan demandó con éxito a un tabloide por violar su privacidad al publicar extractos de una carta que le escribió a su padre. El mes pasado, Enrique ganó un caso por difamación contra el mismo periódico por una historia que decía que le había dado la espalda al ejército.
Los detractores de la pareja, que anunciaron este mes que estaban esperando a su segundo hijo, han dicho que a la pareja le interesa la atención, pero sólo en sus propios términos. Una entrevista que le dieron a Oprah Winfrey será emitida el 7 de marzo.
También hubo rechazo a la respuesta de Enrique y Meghan a su ruptura con la monarquía cuando dijeron que estaban comprometidos con una vida de servicio. Algunos comentaristas contrastaron su vida con el deber mostrado por la reina, de 94 años, durante su reinado de siete décadas.