La Estela de Luz, con todo y que es para el actual gobierno federal “sinónimo de corrupción y del tipo de acciones que nosotros no tomamos, está ahí y se le tiene que dar mantenimiento, pues lo más importante está abajo, el Centro de Cultura Digital (CCD), un espacio vivo”, señaló la secretaria de Cultura federal Alejandra Frausto durante su encuentro con la prensa este jueves.
De acuerdo con datos proporcionados por esa dependencia, se requieren 2 millones de pesos anuales para mantener la polémica estructura que se construyó durante la administración de Felipe Calderón, cuyo costo total fue de más de mil 500 millones de pesos y que pretendía ser el monumento conmemorativo de los festejos del Bicentenario de la Independencia del país.
Hoy conocida como la “suavicrema” (por su parecido con la popular galleta), varios de sus mil 704 paneles de cuarzo brasileños que se iluminan por las noche no funcionan.
“En algún momento alguien planteó, incluso, destruirla”, explicó Frausto, “pero nosotros somos de la idea de seguir construyendo posibilidades y acciones más profundas que tengan que ver con la gente, y el CCD tiene esa vocación.”
Quien echó a andar ese espacio, la gestora cultural Grace Quintanilla (fallecida en 2019), “dejó ahí su huella”, continuó la funcionaria, “la cual es su trabajo profundo en torno a herramientas que normalmente no eran tomadas en cuenta en el campo artístico, y que ahora, en la pandemia, cobraron importancia.
“Lo que más nos importa, además de tener que dar mantenimiento a la estructura, aunque no estemos de acuerdo con que se haya construido, es que tenga vida y sentido el CCD, pues representa un servicio y un espacio de encuentro para jóvenes”.
Expansión del arte digital
El CCD, además, se expandió a Tlaxcala, con la creación de La Colmena, espacio también dedicado a la cultura digital, recordó la subsecretaria de Desarrollo Cultural Marina Núñez. Dijo que ambos lugares han estado laborando durante estos meses de confinamiento, “y lo seguirán haciendo en varias líneas: en una pedagogía hacia los espacios digitales y el uso de Internet y redes sociales, sobre todo trabajando en problemáticas muy elementales derivadas de que nuestros niños y jóvenes, e incluso varios procedimientos administrativos de la vida cotidiana de todos, están en Internet.
“Entonces, se han brindado cursos específicos y se están realizando encuentro relativos a las artes en espacios digitales; próximamente se hará el lanzamiento de una plataforma sobre las economías creativas digitales que se han logrado mapear.
“Se ha trabajado mucho con los estados, se les ha ofrecido capacitación y la posibilidades de ver otras maneras de hacer arte y otras estéticas que no se habían visto en el país.
“Lo importante está debajo de la galleta, eso sigue vivo; se ha trabajado de manera constante, muy atentos a las necesidades de la población”, reiteró Marina Núñez.
La secretaria de Cultura dijo que la Estela de Luz no es símbolo de la Independencia, como se pretendió en el calderonato, una época “donde persistía una desigualdad brutal, origen de la violencia que se desató y de una guerra contra el narcotráfico. ¿Qué íbamos a conmemorar en ese momento?
“Hoy nos toca reconstruir a la sociedad que para nosotros es el verdadero símbolo de nuestra Independencia, pues estas generaciones viven con resonancia a los valores reales de la civilización y a la posibilidad de vivir en libertad.
“El mantenimiento que se le tenga que dar a esta infraestructura cultural, como a todas las demás, es parte de nuestra obligación y se atenderá, no vamos a ser irresponsables con ello, se le van a cambiar los focos que se le tengan que cambiar, tampoco es gran cosa”, concluyó la funcionaria.