Buenos Aires., El empresario argentino Lázaro Báez, considerado cercano al matrimonio de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, fue condenado a 12 años de prisión por lavado de 55 millones de dólares entre 2010 y 2013, anunció ayer el tribunal que lo juzgó.
Durante el proceso, el hombre de negocios rechazó los cargos y acusó que es víctima de persecución política.
El tribunal determinó que los 55 millones de dólares de origen ilícito fueron trasladados a cuentas en paraísos fiscales, luego utilizados para la compra de bonos del Tesoro argentino y después depositados en las cuentas en Argentina de la empresa Austral Construcciones, propiedad de Báez.
Junto con el empresario también fueron condenados sus hijos Martín, a una pena de nueve años de cárcel, Leandro, a cinco, y Luciana y Melina, a tres en suspenso, de acuerdo con la lectura de la sentencia. En total, se condenó a 22 personas y se absolvió a tres. El fallo puede ser apelado.
Báez, de 64 años, está detenido desde 2016, un tiempo que se le descontará a la condena. En septiembre pasado obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria, con tobillera electrónica, en atención a sus problemas de salud en el contexto de la pandemia del coronavirus.
El empresario Báez cumple la prisión domiciliaria en un lugar que se mantiene bajo reserva, luego de que un intento por trasladarlo a su residencia en Buenos Aires fracasó debido a protestas de los vecinos.
El Tribunal Oral Federal 4 de Buenos Aires señaló también que se deberán decomisar más de 65 millones de dólares una vez que la condena quede firme.
Ese monto corresponde a varios hechos de lavado de dinero, según los jueces.
En su última intervención durante el juicio, el 30 de diciembre pasado, Báez se dijo víctima de una “persecución sistemática del poder político, la prensa y gran parte del poder judicial”.
Ex cajero de un banco, Báez creó un imperio de negocios en Santa Cruz (2 mil 500 kilómetros al sur de Buenos Aires), donde ganó licitaciones petroleras y de obras públicas durante las presidencias del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y de Cristina Fernández (2007-2015). La ex mandataria ha negado tener una relación de amistad con el empresario condenado.
Con la dinámica de lawfare (judicialización política) impulsada por el anterior presidente, Mauricio Macri (2015-2019), la actual vicepresidenta, Cristina Fernández, está acusada en otro juicio de favorecer durante su gobierno a Báez en la adjudicación de 51 obras viales en la provincia de Santa Cruz. Se debate además sobre presuntos sobreprecios e incumplimientos de contrato en esas concesiones.
Cristina Fernández, de 68 años, quien también ha denunciado persecución judicial en su contra, es procesada en nueve causas por supuesta corrupción durante su presidencia.