Nairobi. Soldados de Eritrea mataron sistemáticamente a “varios cientos” de personas, la mayoría hombres, en una masacre perpetrada a finales de noviembre en la ciudad etíope de Aksum, señaló Amnistía Internacional en un reporte publicado el viernes que contiene hallazgos similares a los de un despacho publicado por The Associated Press la semana pasada y en el que cita a más de 40 testigos.
Daniel Bekele, director de la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía establecida por el gobierno, dijo que los hallazgos de Amnistía Internacional “deberían ser tomados muy en serio”. Los propios hallazgos preliminares de la comisión “indican el asesinato de un número aún desconocido de civiles por parte de soldados de Eritrea” en Aksum, señala la comisión en un comunicado.
El reporte de Amnistía Internacional sobre la que podría ser la peor matanza del conflicto en la región etíope de Tigray describe que los soldados dispararon contra civiles mientras éstos huían, alinearon a unos hombres y les dispararon en la espalda, acorralaron “a cientos, si no es que miles” de individuos para darles una paliza y se rehusaron a permitir que la gente enterrara a sus muertos.
En un periodo de 24 horas, “los soldados de Eritrea dispararon deliberadamente contra civiles en las calles y emprendieron allanamientos sistemáticos casa por casa, ejecutando de manera extrajudicial a hombres y niños”, señala el reporte publicado el viernes por la mañana. “La masacre fue llevada a cabo en represalia por un ataque anterior perpetrado por un pequeño número de milicianos locales, acompañados por residentes armados con piedras y palos”.
La "ejecución masiva" de civiles en Aksum por parte de los soldados de Eritrea podría constituir crímenes de lesa humanidad, de acuerdo con el reporte, el cual pide que se abra una investigación internacional liderada por las Naciones Unidas que cuente con acceso pleno a Tigray para grupos de derechos humanos, periodistas y trabajadores humanitarios. La región ha estado en gran medida aislada desde que empezó el conflicto a principios de noviembre.
El gobierno de Etiopía ha negado la presencia de soldados de la vecina Eritrea, añejo enemigo de los gobernantes de la región de Tigray, quienes ahora están prófugos, y las autoridades de Eritrea calificaron la historia de la AP sobre la matanza en Aksum como “horribles mentiras”.
Pero incluso miembros de alto rango del gobierno interino de Tigray, designado por Etiopía, han reconocido la presencia de soldados de Eritrea y las acusaciones de saqueos y asesinatos generalizados.
El jueves, el gobierno etíope reconoció que la Comisión de Derechos Humanos del país estaba investigando las “acusaciones relacionadas con incidentes ocurridos en la ciudad de Aksum” en colaboración con expertos internacionales que no identificó.
Sin embargo, el embajador de Etiopía en Bélgica, Hirut Zemene, comentó durante un seminario web el jueves que la presunta masacre en noviembre era un “escenario muy poco probable” y que “sospechamos que es una idea muy, muy loca”.