Ciudad de México. Uno de cada cuatro trabajadores en México se ocupa en condiciones críticas, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En enero, 24.9 por ciento de quienes laboraron en el país lo hicieron con jornadas y remuneraciones adversas.
Bajo dicho grupo caben quienes trabajan menos de 35 horas a la semana no por voluntad, sino porque el mercado laboral no tiene la capacidad de dar más empleo o bien en jornadas de más de 48 horas semanales con salarios de uno a dos mínimos.
Es una forma en que los datos muestran las primeras secuelas de la crisis económica por Covid-19, pero también lo son 2 millones 889 mil 104 trabajadores menos que en enero del año pasado y 420 mil 777 desocupados (desempleados) más que en ese momento.
Persiste a su vez el volumen de población no económicamente activa en el país, pero que está disponible para trabajar. Hay 3 millones 857 mil 905 personas más en esta condición respecto a enero de 2020. De acuerdo con continuas encuestas de Inegi, en su mayoría no entra al mercado laboral por no ver oportunidades.
Para quienes sí están trabajando, se duplicó la proporción de subocupados, pasó de 7.5 a 14.9 por ciento en la comparación anual de enero. Y simultáneo a la merma en el número de trabajadores también se redujo en 0.6 por ciento la informalidad, mostró el organismo.
Con ello, 55.6 por ciento de los trabajadores en el país se encuentran en actividades no reguladas o sin reconocimiento de derechos laborales y 4.7 por ciento estaban desempleados, 0.9 puntos porcentuales más que enero de 2020.