La subsecretaria de Comercio Exterior, de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora, explicó a senadores que la inversión extranjera directa (IED) en México tuvo una contracción de 11.7 por ciento el año pasado producto de la pandemia de Covid-19, sin embargo, el país mantiene una expectativa de crecimiento por encima del promedio en la región.
Al participar en la reunión a distancia de comisiones para la aprobación del Acuerdo para Promover y Proteger Inversiones entre México y Hong Kong, la funcionaria explicó que este año se prevé que siga la caída de inversiones, pero a México no le ha ido tan mal en términos de la atracción de la IED, ya que hubo flujos por más de 29 mil millones de dólares.
La funcionaria federal dijo a los legisladores integrantes de las comisiones unidas de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico-África, la de Relaciones Exteriores y la de Economía, que este instrumento se traduciría en una oportunidad para acelerar el proceso de recuperación económica en México.
La subsecretaria explicó que “México se presenta como un socio estratégico para la inversión hongkonesa para los sectores de manufactura, turismo, infraestructura y más aún en el contexto que vivimos de pandemia de Covid-19, y frente a los retos que implica una rápida reactivación de la economía mexicana y en concreto de sectores como por ejemplo, el agroalimentario o el minero hacia Hong Kong o como un destino final de nuestras exportaciones, o también como una plataforma de acceso a la China continental”.
Alejandro Celorio Alcántara, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien también participó en la reunión a distancia con los senadores, subrayó que este instrumento se sumaría a otros 30 acuerdos similares con los que ya cuenta México. Esto, agregó, muestra al país como un destino de inversión atractivo y crea la oportunidad de que haya más exportaciones hacia aquella región comercial.
El tratado, explicó la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico-África, Cora Cecilia Pinedo, busca profundizar las relaciones económicas bilaterales y ofrecer a la comunidad empresarial disposiciones modernas que garanticen un trato no discriminatorio a los inversionistas, así como compensación en caso de expropiación o nacionalización.
Los legisladores aprobaron, en comisiones, por unanimidad el dictamen sobre este instrumento internacional y lo turnaron para su discusión en el Pleno del Senado.