El acaparamiento de las vacunas por 10 países en el mundo “se está acelerando”, advirtió el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. En la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el funcionario colocó sobre la mesa la ineficacia del instrumento Covax de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), porque de los 51 millones de dosis contratadas, “al día de hoy no han entregado una sola”.
La disonancia entre la producción del antiviral y su escasa distribución global fue objeto de crítica en la rueda de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acusó que Covax “no está funcionado y la ONU parece un florero, un adorno”. Insistió en el reparto justo para todos, sin imperar el interés de los más industrializados.
Su invitado, el mandatario de Argentina, Alberto Fernández, también adelantó que propuso a López Obrador sumarse a la propuesta que ha trabajado con su homólogo francés Emanuel Macron, para declarar “bien global” la vacuna y con ello promover la producción masiva en laboratorios de todos los países para así enfrentar la demanda.
Fue Ebrard quien calificó de ina-ceptable el acaparamiento de 80 por ciento a manos de 10 países. “El mayor riesgo a la seguridad de la humanidad hoy es precisamente esta pandemia y, por ende, el acaparamiento de las vacunas”. Ejemplificó con el caso Covax.
“Hoy esperamos que Covax nos diga –y a Argentina y a muchos países del mundo– cuándo van a entregar su primera vacuna, porque ya pasó diciembre, enero, febrero. Es el único instrumento multilateral para garantizar el acceso universal, entonces sí nos preocupa que se esté tardando.”
En la ronda de preguntas, un corresponsal de la BBC cuestionó a López Obrador por qué México aporta la cifra más elevada de decesos por Covid en América Latina (sin considerar a Brasil). El Presidente replicó: “Acerca de las comparaciones, si se tratara de eso, yo podría contestarle, nada más que es hasta de mal gusto, ofrezco disculpa, que a la nación más poderosa del mundo, que tenemos de vecinos, le ha ido peor que a nosotros. Lamentamos mucho que esto pase al pueblo estadunidense, que es un pueblo también hermano, pero como que no conviene hacer comparaciones, como que no es un asunto de maniqueísmo”.
Para ilustrar el nivel de acaparamiento y de desequilibrio desmenuzó en su respuesta: hasta ayer Estados Unidos ya tenía 63 millones de personas vacunadas y, en el extremo, República Dominicana tenía 373 inoculadas.
El Ejecutivo argentino se sumó al reclamo nacional: “Quiero acompañar la gestión de México en favor de la universalización de la vacuna”, y consideró miserable la pretensión de politizar la inoculación. Así, directo enfrentó –también– la campaña mediática en su contra, en su país.
“La idea que nos impulsa a llevar adelante y ponerle justicia y equidad, como bien ha dicho el Presidente, a la distribución de vacunas, y es una de las ideas que venía a traerle: que México nos acompañe, a Francia y a Argentina, en este planteo en el G-20”.