La muestra de respeto y admiración del presidente Andrés Manuel López Obrador al pueblo de Argentina y a su homólogo, Alberto Fernández, resultó en un notable reconocimiento del gobernante del país austral al mexicano. “A un líder europeo le dije: México tiene un presidente como merecen los mexicanos. México tiene al primer presidente honesto en muchos años; el primer presidente decente en muchos años, y cuando lo escucho hablar como habla, lo veo actuar como actúa, cada día verifico más eso.”
Al amanecer de ayer, en punto de las 7 de la mañana llegó Alberto Fernández a Palacio Nacional. Inusual hora para iniciar una visita oficial a ojos de muchos. Con antelación así se propuso, para que el mandatario argentino participara en la conferencia matutina en el Salón Tesorería del histórico inmueble.
El mexicano lo recibió en la puerta: “¡Alberto!”, le dijo y éste le respondió: “Amigo, ¡presidente!” Se encontraron frente a frente a una distancia moderada y se dieron un apretón de antebrazos. Solos ingresaron al Patio de Honor de Palacio, escucharon los himnos nacionales y subieron al área sur del edificio. Tomaron café, conversaron y, de buen talante, en el camino al sitio de la rueda de prensa, Andrés Manuel López Obrador condujo a su invitado por el corredor que los llevó a la escalera central donde se despliega el mural Epopeya del pueblo mexicano, donde Diego Rivera expuso su interpretación de la historia nacional.
Ante los representantes de medios de comunicación, el tabasqueño ponderó la amistad de los dos países, y dio muestra de respeto por el papel de Alberto Fernández quien influyó para tener acceso a la vacuna Sputnik. El argentino, respondió, profuso, con agradecimiento por el papel determinante de López Obrador en la renegociación de la agobiante deuda pública de su país, y sobre todo con la histórica recepción a sus compatriotas exiliados a consecuencia de la junta militar impuesta en 1975-1976.
“Darle las gracias a la generosidad de mi querido amigo el presidente de México, don Andrés Manuel López Obrador, alguien a quien respeto sinceramente por sus valores políticos y por el enorme esfuerzo que hace por recuperar un México que, al tiempo al que le tocó asumir la Presidencia, estaba en situaciones difíciles.”
A ello, enlazó un reciente hecho, el exilio del ex presidente Evo Morales. “En Bolivia ocurrió un golpe de Estado y allí muchos bolivianos vieron peligrar sus vidas, entre ellos nuestro querido amigo, el ex presidente Evo Morales. Entonces, le llamé a Marcelo Ebrard y le expliqué, y Marcelo inmediatamente le planteó el problema al Presidente e inmediatamente dispusieron de un avión que rescatara a Evo Morales de las garras de sus asesinos. Y si Evo hoy está vivo es en gran medida por lo que aquel día decidió el presidente de México, don Andrés Manuel López Obrador.”
En sus intervenciones, Alberto Fernández respondió a la campaña mediática de una buena parte de los medios de comunicación de aquel país. Y para establecer límites en respaldo de su invitado, López Obrador repuso: “Nosotros respetamos mucho al gobierno de Argentina, respetamos y estimamos a Alberto, lo consideramos un hombre consecuente”.
El mandatario sudamericano prodigó: “México en muchos años tiene un presidente con valores morales y éticos como merecen los mexicanos. Yo, con esos valores y con esa prédica de Andrés Manuel, me siento absolutamente [identificado]. Desde el país más norteño de la América Latina hasta el país más austral de la América Latina tenemos que ser capaces de trazar un eje que una a todo el continente. Ese es el deber que tenemos con Andrés Manuel”.