Rangún. Los militares que dieron el golpe de Estado en Myanmar estaban sometidos ayer a una creciente presión, con una condena del G7 sumada a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, la víspera, y las manifestaciones más importantes desde el golpe del primero de febrero. Desde hace tres semanas, el régimen de facto ha intensificado la represión contra la movilización prodemocracia.
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Presión a golpistas en Myanmar
miércoles 24 de febrero de 2021 , p. 23