Ciudad de México. El acaparamiento de vacunas ahondará las brechas de desigualdad entre países ricos y el resto. Tres años después de iniciada la pandemia de Covid-19, el ingreso por habitante será 13 por ciento menor en las economías de ingresos altos, mientras que en aquellos “en desarrollo” la reducción será de hasta 22 por ciento, estima el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Este impacto proyectado en el ingreso per cápita aumentará en millones el número de personas extremadamente pobres en el mundo en desarrollo”, expuso Kristalina Georgieva, directora gerente del organismo. También advirtió que para los países más pobres se estima que al cierre de 2022 el ingreso por habitante será 18 por ciento más bajo que previo a la pandemia.
En la Nota de vigilancia del G-20 —el grupo de países de ingresos altos y medios que agrupan 85 por ciento del producto interno bruto mundial—, el FMI muestra cómo los países ricos tienen disponibilidad de vacunas para inmunizar a 100 por ciento de su población a más tardar en junio de este año, incluso les sobrarían dosis ya aseguradas para ese plazo.
Como contraste, en las economías “emergentes” del G-20 el acceso a vacunas para junio de este año llega a 20 por ciento de su población, incluso al contar todos los acuerdos de acceso a la vacuna que hay, pero cuya fecha de distribución es incierta, no se lograría cubrir ni 40 por ciento de sus habitantes.
En las economías más pobres, se tiene contemplados acuerdos para cubrir a 50 por ciento de la población. Sin embargo, la tres quintas partes de las dosis no tienen fecha de llegada y apenas 20 por ciento se estaría distribuyendo a más tardar en junio de este año.
Georgieva subrayó que la recuperación desigual “agravaría la tragedia humana de la pandemia”. Manifestó que “esto se debe en parte al acceso desigual a las vacunas. Incluso en el mejor de los casos, se espera que la mayoría de las economías en desarrollo alcancen una cobertura generalizada de vacunas sólo para fines de 2022 o más allá”.
Además también están “las cicatrices económicas a largo plazo”. Por ejemplo, sólo para las economías del G20 (excluidas India y Arabia Saudita debido a limitaciones de datos), las pérdidas totales de empleo se proyectan en más de 25 millones este año y cerca de 20 millones en 2022, en relación con lo que se estimó previo a la crisis.
La directora gerente del FMI subrayó que en dicho sentido es necesario hacer más para poner fin a la crisis sanitaria y promover el lanzamiento de la vacuna en los países más pobres.
Señaló que así como es fundamental garantizar recursos para dosis y la logística de distribución, también lo es “la reasignación oportuna del exceso de vacunas de los países con superávit a los países deficitarios, y una ampliación significativa de la capacidad de producción de vacunas para 2022 y después”.
Como parte del análisis del FMI, se mostró que México es el país con el soporte fiscal más acotado en el G-20. Eso le ha valido la quinta caída más amplia de la economía el año pasado y listarse en los primeros lugares por el volumen de trabajos perdidos.
El organismo también ubicó al país entre aquellos que de acuerdo con las proyecciones no revertirán la caída de la economía en los próximos dos años. Se estima que al cierre de 2022, México, Sudáfrica, Argentina, Francia, España, Gran Bretaña e Italia no habrán logrado recuperar el nivel que tenían su economía en 2019.