La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados confirmó en la agenda de este martes la discusión de la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, en una sesión que se espera sea larga y ríspida.
Morena insistió en que la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador no va en contra del Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), además de que los cambios no incluyen la cancelación ni la eliminación de las subastas, sino que se suprime la obligación que tiene la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para comprar únicamente la energía eléctrica a través de esos instrumentos, lo cual permitirá adquirir la electricidad “mediante los esquemas que le resulten más convenientes y sean más baratos”.
También dijeron que la propuesta del mandatario busca terminar con los subsidios a los generadores privados y que se otorgan con cargo a las finanzas de la comisión.
Actualmente, explicó la vicepresidenta de la mesa directiva, Dolores Padierna Luna (Morena), se subsidia el denominado “porteo estampilla”, del que disfrutan algunas centrales que utilizan fuentes renovables de energía.
Se subsidia a la IP
También se dan recursos al respaldo que necesitan las granjas solares y los parques eólicos que sólo funcionan cuando hay sol y viento y que producen una electricidad altamente variable. La legisladora agregó que ahora la CFE respalda 13 mil megavatios privados y cada uno está subsidiado.
Precisó que el costo real de la electricidad generada por empresas privadas es más alto que el reportado. Así, por ejemplo, el precio unitario variable del parque eólico La Venta, de Iberdrola en el Istmo de Tehuantepec, es de cero pesos por kilovatio/hora, pero el total es de 2.70 pesos por esa cantidad.
Padierna indicó que los generadores privados también gozan de subsidios en el uso de la red eléctrica porque una vez conectados “se desentienden de todo lo que ocurre posteriormente, no sin antes exigir que la electricidad llegue en las mejores condiciones de continuidad, calidad y confiabilidad”.
A la CFE se le carga la responsabilidad de realizar costosas inversiones para adecuar la red al crecimiento y variaciones de la oferta y la demanda, sobre todo adaptarla a la incorporación masiva de generación variable e intermitente, pero las empresas privadas no pagan su parte en la transición de la red eléctrica de potencia.
De esta manera, los subsidios otorgados “por mal diseño o diseño malévolo de la Ley de la Industria Eléctrica ascienden a 249 mil 606 millones de pesos, de los cuales 80 por ciento se debe a ingresos no percibidos por CFE suministro básico. Los subsidios a las centrales de Iberdrola alcanzan 56 mil 175 millones de pesos, equivalente a 22 por ciento de la subvención total”.