Nueva York. Emma Coronel Aispuro, esposa de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, fue arrestada este lunes en el Aeropuerto Internacional Dulles en las afueras de Washington, acusada por su supuesto involucramiento en el narcotráfico, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Coronel, de 31 años de edad, está acusada de un cargo por participar en una conspiración para distribuir cocaína, metanfetaminas, heroína y mariguana para su importación a Estados Unidos.
Más aún, se alega en el caso que conspiró con otros para ayudar en la fuga de su esposo de la prisión de El Altiplano el 11 de julio de 2015 y de planear otra fuga después de la captura de El Chapo antes de que fuera extraditado a Estados Unidos.
Según el boletín del Departamento de Justicia, Coronel está citada este martes para su primera audiencia ante un juez federal en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia (Washington); la sesión se realizará vía videoconferencia.
De acuerdo con documentos de la fiscalía registrados ante el tribunal federal, la orden de arresto fue firmada por un juez el 17 de febrero. Se informa que el caso fue sellado para evitar alertar a Coronel de que sería arrestada.
Guzmán Loera fue condenado ante un tribunal federal en Brooklyn en julio de 2019 por sus actividades como capo del cártel de Sinaloa y está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua. Su esposa estuvo presente en parte de ese proceso. Coronel tiene doble nacionalidad (México y Estados Unidos).
Declaración de agente
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) está indagando el caso de Coronel. El Departamento de Justicia divulgó una declaración jurada por el agente especial de la FBI Eric McGuire, fechada el 17 de este mes, en la cual detalla parte de la evidencia para sustentar –o sea, la llamada “causa probable”– la acusación de que entre 2014 y hasta el 19 de enero de 2017, Coronel “conspiró consciente, intencional y voluntariamente con [Joaquín] Guzmán” para distribuir varias drogas –heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana– “sabiendo y con la intención de que tales sustancias serían ilegalmente importadas a Estados Unidos”.
McGuire, quien se identifica como un agente encargado de investigaciones contra organizaciones criminales globales, declara que él ha entrevistado a más de 100 integrantes, ex miembros y socios del cártel de Sinaloa, entre ellos un colaborador de alto rango de Guzmán, quien es designado como “testigo cooperante 1”.
Ese testigo, a quien el agente dice haber entrevistado decenas de veces sobre las actividades del cártel de Sinaloa, incluyendo interrogatorios sobre Guzmán Loera, sus hijos e Ismael El Mayo Zambada, es la fuente principal de la evidencia en este caso contra Coronel, según la declaración.
El testigo sólo es identificado como miembro del cártel de Sinaloa, que antes se declaró culpable de un cargo de conspiración de narcotráfico y aceptó colaborar a cambio de una reducción de su condena.
Es mediante el “testigo cooperante 1” que el agente establece que Coronel no sólo estaba plenamente enterada de las operaciones del cártel, sino que participó en el negocio al ser mensajera de su esposo para esa organización. Más aún, afirma, Coronel participó, junto con los hijos de Guzmán Loera, en la planeación de la fuga de su esposo de la prisión en 2015 con la ayuda del testigo cooperante, y se estaba planeando otra fuga más, pero ese esfuerzo fue interrumpido por la extradición de El Chapo a Estados Unidos el 19 de enero de 2017.