Bruselas. Los cancilleres de la Unión Europea (UE) lograron ayer un acuerdo político para aplicar medidas contra funcionarios rusos por el proceso judicial contra el opositor Alekxei Navalny, y contra otros dos militares de Myanmar, por el golpe de Estado.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo al final de la reunión que los cancilleres alcanzaron “un acuerdo político para imponer medidas restrictivas contra personas responsables del arresto y enjuiciamiento” de Navalny, en una decisión que causó “decepción” en el gobierno ruso.
Fuentes diplomáticas aseguraron a Afp que las sanciones afectarán a cuatro funcionarios rusos, aunque Borrell se limitó a señalar que la cuestión “será decidida muy pronto, quizá en una semana, pero no más que eso”.
Esta nueva ronda de sanciones contra Rusia fue objeto de conversaciones durante varias semanas y se fortalecieron luego de la condena a Navalny y el maltrato a Borrell durante su visita a Moscú, a inicios de febrero.
Por el momento no se conocen los nombres de las autoridades rusas que serán incluidas en el listado de sancionados, aunque el gesto deberá frustrar a los que pedían una actitud firme contra Moscú.
Dos importantes miembros del equipo de Navalny sostuvieron reuniones en la última semana en Bruselas para pedir un fuerte paquete de sanciones contra los millonarios próximos al gobierno del presidente Vladimir Putin.
Sin embargo, al llegar a Bruselas ayer altos diplomáticos admitieron las dificultades de adoptar medidas restrictivas contra los denominados “oligarcas” rusos sin presentar pruebas de su responsabilidad en la situación de Navalny.
Al respecto, Borrell explicó que para aplicar sanciones la UE precisa demostrar la responsabilidad de las personas que son objeto de las medidas. “No podemos sancionar a alquien porque no nos guste”, comentó.
Los ministros europeos decidieron, ademas, sancionar a los militares responsables del golpe de Estado en Myanmar, anunció Borrell.
“Se alcanzó un acuerdo político para sancionarlos, se lanzó el trabajo técnico para finalizar (las sanciones) y que sean adoptadas”, precisó una fuente diplomática. “Esto puede ir muy rápido”, subrayó.
La UE reclamó “una desescalada de la crisis actual a través del final inmediato del estado de emergencia”, la restauración de un gobierno civil y la liberación de prisioneros, entre ellos Aung San Suu Kyi. La agenda de los ministros europeos incluyó también una discusión sobre los pasos para evitar el colapso del acuerdo multipartito con Irán por su política nuclear y la situación en Hong Kong.
El nuevo secretario estadunidense de Estado, Anthony Blinken, participó de las conversaciones con sus pares europeos mediante videoconferencia.
La cancillería de Rusia manifestó su “decepción” por la decisión de la UE adoptada “con un pretexto inverosímil”. Agregó que es “inaceptable” hacer llamados “ilegales y absurdos” para pedir la liberación de un ciudadano ruso declarado culpable de delitos económicos por un tribunal ruso de conformidad con la ley rusa.
“En la práctica internacional esto se llama interferencia en los asuntos internos de un Estado soberano”. Señaló: “es lamentable que unos instrumentos tan ilegítimos como los ultimátums, la presión y las sanciones se encuentren arraigados en el arsenal de política exterior de la UE”. El gobierno ruso pidió ademá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos que revise el fallo en el que reclamó a Moscú la liberación de Navalny, lo que fue descrito por el Kremlin como una “injerencia” en los asuntos internos del país.