Las refinerías en la costa de Texas sobre el Golfo de México están reactivándose rápidamente después de la tormenta de invierno de la semana pasada que cerró el procesamiento de petroquímicos y combustibles en el estado, donde se registraron las temperaturas más bajas en la zona en una generación.
La ola de frío extremo dejó sin energía eléctrica a millones de personas en Texas y paralizó casi un cuarto de la capacidad de refinación de Estados Unidos.
El efecto de la tormenta fue casi tan brutal como el paso del huracán Harvey en 2017 y además añadió dificultades por el congelamiento de los ductos de gas natural y agua que complicaron las faenas para reactivar los complejos.
La mayor refinería de Estados Unidos, Motiva Enterprises, que tiene capacidad para operar 607 mil barriles de petróleo por día desde Port Arthur, envió un documento a la Comisión de Calidad Medioambiental de Texas (TCEQ) sobre su plan de reinicio de 17 días el lunes.
Fuentes cercanas a las operaciones dijeron que la refinería debe reparar ductos de agua en la planta que se congelaron y rompieron cuando las temperaturas cayeron bajo cero hace una semana.
La refinería Marathon Petroleum Corp, situada en Galveston Bay y con capacidad para procesar 585 mil bpd, reanudó la fase de cogeneración, que produce electricidad y vapor, según fuentes familiarizadas con las operaciones.
Las líneas de procesamiento y los ductos de agua en la refinería necesitan reparaciones, indicaron las fuentes.
Exxon Mobil Corp comenzó un intento de reanudación de su planta de 560 mil 500 bpd de capacidad situada en Baytown, Texas. Las líneas de electricidad externas hacia el complejo ya fueron restauradas el fin de semana, según fuentes de la industria.
En tanto, la refinería Beaumont, con capacidad para procesar 369 mil 024 bpd, reanudará sus funciones el domingo, dijo la compañía.