Hasta hace poco tiempo se pensaba en Occidente que sin democracia no habría desarrollo. La mayoría decía que sólo a través del voto popular la economía alcanzaría sus mayores potencialidades.
Temas como la competencia, la innovación y la conformación de empresas se creía que eran atributos exclusivos de países democráticos. Sin embargo, China muestra que eso no es verdad y en diversos sectores domina al mundo.
Los países occidentales más ricos le tienen miedo a la competencia con China y cierran sus fronteras. El gigante asiático se ha convertido en la economía más eficiente, además de que ha educado a millones de personas para que desarrollen tecnología y compitan con los mejores del mundo. Los próximos genios tecnológicos y de diseño, como Steve Jobs, surgirán de China.
Si de telecomunicaciones se trata este país avanza a pasos acelerados y Europa y Estados Unidos en lugar de competir prefiere cerrar sus fronteras, lo que provocará que se queden rezagados. Gobiernos y empresas occidentales saben que competir contra Huawei, Alibabá, Tencent, Xiaomi, TikToc o SenseTime los deja muy mal parados.
Lo mismo podemos decir de sectores tradicionales como la construcción, la fabricación de trenes o la producción de cualquier bien que se le ocurra. En este tipo de negocios los chinos van al mundo de la mano con sus bancos y las firmas occidentales difícilmente ofrecen condiciones similares, por lo que colocan barreras proteccionistas y exhortan a los países pobres a que no se alíen con empresas asiáticas.
Otro ejemplo es el de la vigilancia y seguridad, en donde se acusa al gobierno de Pekín de ir en contra de la privacidad. Sin embargo, tanto en Europa como en América los sistemas de vigilancia y control son igual de invasivos, incluyendo a las redes sociales.
En materia de avances financieros China también lleva la delantera a través de empresas fintech. Un ejemplo es Ant Financial, ligada a Alibabá, que ya es más grande, diversificada y tecnológicamente más avanzada que Visa y MasterCard y ofrece todo tipo de servicios en línea, como créditos y seguros con soluciones inmediatas.
No hay duda, la gran potencia asiática comienza a dominar la economía del mundo y no habrá otro país que la pueda superar durante las próximas décadas.