Melbourne. En menos de dos horas, Novak Djokovic derrotó a Daniil Medvedev por 7-5, 6-2 y 6-2, ganó su apuesta contra la lesión abdominal, conquistó su 18 Grand Slam y el noveno título en el Abierto de Australia.
“Estas dos semanas han sido una montaña rusa para mí”, reconoció el serbio, número uno del mundo. “Rod Laver Arena, te amo cada año más y más. La historia de amor continúa”, afirmó ante cerca de 7 mil 400 espectadores.
“Desde un punto de vista emocional, con todo lo que pasó en la pista, mi lesión y fuera, las cuarentenas, es sin duda el torneo de Grand Slam más complicado que jugué”, reconoció Djokovic.
“Hay muchos sentimientos encontrados sobre lo que sucedió en el último mes con los tenistas que llegaron a Australia, pero creo que fue un torneo exitoso. No fue fácil, creo que deberían estar orgullosos de sí mismos por lo que han conseguido”, resaltó.
A sus 33 años, el de Belgrado, está a dos coronas de empatar a Roger Federer y Rafael Nadal en torneos grandes.
“Estamos hablando de ciborgs del tenis, en el mejor sentido de la palabra. Son simplemente increíbles y no me da vergüenza decirlo”, dijo Medvedev sobre los componentes del llamado Big Three.
“Daniil es uno de los jugadores más difíciles de jugar a los que me he enfrentado. No te preocupes, es sólo cuestión de tiempo que levantes un trofeo de Grand Slam. Pero me gustaría que esperases aún unos años”, lanzó sonriente Djokovic al ruso en la ceremonia de premiación.
Medvedev perdió su segunda final en un grande después del Abierto de Estados Unidos 2019, y vio interrumpida su serie de 20 victorias con-secutivas. Hoy es tercero en la clasificación ATP por detrás de Nadal.
Portaba la esperanza de convertirse en el primer ruso en imponerse en Melbourne desde Marat Safin en 2005. Aquel año, su compatriota había barrido en primera ronda a un joven de 17 años que se estrenaba en Australia: Novak Djokovic.
Servicio soberbio
Demasiado lento en el inicio de partido, Medvedev no tardó en verse 3-0 por detrás. Logró igualar a tres, pero cedió su servicio en el 7-5. Y no volvió a mostrarse amenazador contra un adversario que empleó un soberbio servicio y su habitual excelencia en la línea.
Con un noveno título en otras tantas finales en Melbourne, Djokovic es historia del Grand Slam australiano. Aún está lejos de los 13 cam-peonatos de Nadal en Roland Garros, pero ya superó los ocho de Federer sobre la hierba de Wimbledon.
Después 16 años, el serbio firmó su segundo triplete australiano. Otros dos tenistas ganaron al menos tres títulos seguidos en Melbourne: Jack Crawford (1931-1933) y Roy Emerson, que ganó cinco de 1963 a 1967.
“Tenía una necesidad enorme de esta victoria, después de la decepción del US Open (descalificado en octavos de final por haber golpeado con una pelota de forma involuntaria a una juez de línea) y de su mala final en Roland Garros (superado por Nadal), eso no fue fácil”, comentó su entrenador Go-ran Ivanisevic.
“La victoria es aún más dulce después de las emociones y el sufrimiento que atravesó (lesionado del abdomen). Lo critican por todo y demostró una vez más lo fuerte que es mentalmente. Hay personas que pueden soportar el dolor y otras no”, resumió el ex tenista croata.