La Cámara de Diputados no cuenta con la documentación que justifique el gasto de mil 39 millones de pesos destinados en 2019 a subvenciones a los grupos parlamentarios, apoyo de asistencia legislativa y de informes de actividades de los 500 legisladores, detectó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Se trata de un monto relevante, dado que en ese año, ya con Morena y sus aliados como mayoría, el presupuesto de la Cámara ascendió a 6 mil 578 millones de pesos. En auditorías previas, la ASF ya ha alertado sobre las fallas de cumplimiento financiero del gasto de los diputados y la opacidad del manejo de los recursos, recurrente desde las legislaturas 62 y 63, que no comprobaron 5 mil 94 millones de pesos.
En su informe de la Cuenta Pública 2019, la ASF revisó ocho subpartidas mediante las cuales se entregan apoyos a las bancadas y a los diputados, y notificó: “En materia de cumplimiento financiero se observó que no se contó con la documentación que respalda la aplicación del ejercicio de los recursos públicos que se otorgan con cargo en las subpartidas de gasto objeto de revisión”.
En febrero de 2020, la ASF reportó que en el primer periodo de sesiones de la actual legislatura, de septiembre a diciembre de 2018, y el primero en ser conducido por Morena como mayoría, la Cámara de Diputados no comprobó el destino de 433 millones de pesos, y el Senado 109 millones de pesos por concepto de subvenciones.
La ASF indicó que incluso los diputados comprobaron gastos por pasteles, cemento, láminas, colchones, almohadas y algunos pagaron intervenciones quirúrgicas personales.
Ante ello, la Junta de Coordinación Política de la Cámara ordenó un informe a la contraloría interna, que ratificó las conclusiones de la ASF e incluso recomendó comprobar con facturas los gastos por subsidios y subvenciones. En respuesta, el entonces presidente de la Junta, Mario Delgado, rechazó la conclusión y ordenó un nuevo informe.