Directores y profesores frente a grupo señalaron que, antes de un regreso a clases presencial, se debe contar con un diagnóstico de las comorbilidades que enfrentan los docentes, principalmente, dijeron, por la alta prevalencia de obesidad, hipertensión y diabetes en el magisterio, pero también de “quienes son los responsables del cuidado de los alumnos en casa, pues en la mayoría de las escuelas son los abuelos y tíos mayores quienes acuden a recogerlos en ausencia de sus padres”.
Llamaron al gobierno federal a no “acelerar el paso, sin tener en cuenta no sólo las medidas de prevención sanitaria, sino la realidad que enfrenta cada una de las comunidades escolares, pues en la mayoría son los abuelos y tíos mayores quienes están al cuidado de los alumnos”.
No precipitar vuelta a clases presenciales
En entrevista con La Jornada, alertaron que “no podemos precipitar una vuelta a las aulas sin garantizar un mayor avance de la inmunización general, porque los alumnos viven en familias con abuelos, tíos y parientes que enfrentan muchas condiciones de salud”.
Directores de primaria señalaron que en los barrios populares las familias son numerosas y comparten el mismo domicilio abuelos, tíos, suegros, primos, y no sólo padres e hijos.
Antes de plantear un posible regreso a clases presenciales, “se debe garantizar la vacunación de maestros y trabajadores de apoyo a la educación y conocer quiénes, dentro de la comunidad escolar, son los más vulnerables”.
Otro de los desafíos, indicaron, es que la Secretaría de Educación Pública contempla un regreso escalonado, en el que únicamente acudirá un número reducido de alumnos por grupo para recibir clases presenciales, pero “qué pasará con todos los alumnos que no les toque acudir a las aulas, ya que el maestro tendrá que estar en la escuela atendiendo a ese pequeño grupo de estudiantes, es decir, pasaremos de cuatro a cinco clases por semana a distancia a que sólo tenga una o dos por semana de forma presencial”.
Profesores frente a grupo indicaron que “tampoco se ha informado nada sobre cómo se realizaría la evaluación de aprendizajes una vez que podamos volver a clases presenciales ni tampoco cómo será esa nueva normalidad de contacto con los alumnos, quienes están acostumbrados a acercarse a su maestro y a sus compañeros”.