La tasa de letalidad más alta por Covid-19 en México se presenta en los mil 100 municipios de muy alta y alta marginación. Con 6 mil 95 decesos confirmados en las comunidades más pobres y aisladas del país, su tasa de letalidad se eleva a 12.4 por ciento, frente a una media nacional de 8.8 puntos porcentuales. En contraste, en los 345 municipios de muy baja marginación, la tasa es de 8.4 por ciento.
Datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) incluidos en su Tablero Interactivo sobre Covid-19 revelan que en los 283 ayuntamientos clasificados como de muy alta marginación, con una población de 4 millones 401 mil 764 personas, se aplicaron pruebas a 18 mil 167 residentes, con una tasa de 413 personas estudiadas por cada cien mil habitantes. Hasta la fecha reportan 5 mil 617 casos positivos y 693 defunciones, con una tasa de letalidad de 12.3 por ciento.
En las 817 alcaldías de alta marginación del país, con una población de 12.9 millones de habitantes, se reportan 113 mil 202 pobladores que han accedido a una prueba, por lo que su tasa de personas estudiadas es de 873 por cada cien mil habitantes. Se han notificado 43 mil 393 contagios positivos y 5 mil 402 decesos, con una tasa de letalidad de 12.4 por ciento.
Sin embargo, en los 345 municipios de muy baja marginación, que concentra a 75.2 millones de habitantes, se ha estudiado a 4 millones 346 mil 232 residentes, por lo que la tasa de personas analizadas se eleva a 5 mil 778 por cada cien mil habitantes. Agrega que en estos ayuntamientos se han confirmado un millón 667 mil 365 contagios, así como 140 mil 194 defunciones, pero su letalidad es más baja que la media nacional, con 8.4 por ciento.
En tanto, el reporte más reciente sobre el impacto del Covid-19 en la población indígena notifica 15 mil 867 casos confirmados y 2 mil 278 decesos. La Dirección General de Epidemiología (DGE) de la Secretaría de Salud destaca que este sector de la población enfrenta las mayores desventajas sociales y sanitarias, al residir en comunidades alejadas.
Estas comunidades, agrega, experimentan un alto grado de marginación socioeconómica y corren un riesgo desproporcionado en emergencias de salud pública, debido a factores como falta de acceso a sistemas eficaces de vigilancia y alerta temprana, y a servicios sanitarios y sociales adecuados.