Teherán. El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, llegó ayer a Teherán para negociar antes de que expire el plazo dado por las autoridades iraníes para que se levanten las sanciones estadunidenses. El portavoz del gobierno iraní, Alí Rabii, aseguró que la última iniciativa nuclear de Irán no impedirá a su gobierno responder a cualquier demostración de buena voluntad de Washington, y expresó su optimismo sobre el proceso diplomático en curso.
La visita se produce antes del plazo fijado para el 21 de febrero por el Parlamento iraní para restringir ciertas inspecciones del OIEA en caso de que Estados Unidos no levante sus sanciones impuestas en 2018.
Las inspecciones son parte del acuerdo firmado en 2015 por Irán y el llamado grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China) para limitar el alcance del programa nuclear iraní.
Desde que el ex presidente Donald Trump decidió abandonar ese pacto en 2018 y restablecer sanciones económicas contra Irán, Teherán dejó de cumplir los compromisos que aceptó en 2015.
Habrá una “reunión con altos responsables iraníes para hallar una solución mutuamente aceptable compatible con la ley iraní” a fin de que el OIEA pueda “proseguir las actividades de verificación esenciales en Irán”, tuiteó Grossi.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, afirmó esta semana que su país “anulará inmediatamente” sus medidas de represalia si Estados Unidos “levanta sin condiciones todas las sanciones impuestas, reimpuestas o rebautizadas por Trump”.
Las nuevas medidas entrarán en vigor el martes, declaró ayer el presidente de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Alí Akbar Salehi. “Las inspecciones que excedan las medidas de salvaguarda serán suspendidas”, tal como prevé la ley, indicó Salehi, pues, según él, “la otra parte todavía no ha cumplido con sus obligaciones de levantar las sanciones”.
Agregó que con Grossi “se examinarán y discutirán las consideraciones de la OIEA en el marco del acuerdo de garantías y de la cooperación bilateral”, añadió.
¿Vuelta a la diplomacia?
Esta visita se produce también tras el llamado del presidente Joe Biden a sus aliados a trabajar con Estados Unidos para responder a las “actividades desestabilizadoras” de Irán en Oriente Medio, un día después de que Washington aceptó, sin embargo, reanudar negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear sobre la república islámica.
Biden declaró en la Conferencia de Múnich sobre la Seguridad que Estados Unidos trabajará en estrecha colaboración con sus aliados para tratar con Irán, un enfoque diferente al de Trump, de vocación unilateral y agresiva. Washington y Teherán no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980.
El vocero iraní Rabii escribió: “Podemos predecir con certeza que las iniciativas diplomáticas funcionarán bien”, en un artículo publicado en un diario gubernamental, en el que consideró que las “idas y vueltas diplomáticas” son el “preludio natural para el retorno de todas las partes a sus compromisos, incluyendo el levantamiento de las sanciones en un futuro próximo”.
Irán sostiene que su programa nuclear es estrictamente civil y no tiene intenciones de fabricar armas nucleares. El acuerdo internacional de 2015 preveía el levantamiento de sanciones a cambio de que Irán renunciara a la bomba atómica.