Houston. Al menos 58 personas fallecieron en Estados Unidos debido a la ola de frío extremo que azota ese país, según el diario The New York Times, la mayoría de ellas en el estado de Texas, para el cual el presidente Joe Biden declaró ayer el estado de emergencia. La mañana de ayer seguían afectados unos 14.3 millones de residentes de 190 condados del estado.
El periódico advierte, sin embargo, que el número de decesos podría ser mucho mayor. Las causas de muerte en estos casos son hipotermia, intoxicación por monóxido de carbono, accidentes de tráfico o ahogamiento, así como incendios de vivienda. Además, un total de 261 mil 900 estadunidenses siguen afectados por el apagón, de acuerdo con el sitio web Poweroutage.com.
La medida del gobierno de Biden abre el financiamiento federal para los damnificados e incluye asistencia para albergues temporales, reparaciones de viviendas y créditos a bajos costos.
Biden evalúa visitar Texas para supervisar la respuesta federal a esta primera crisis que se le presenta desde que asumió el poder hace un mes. La Casa Blanca trabaja estrechamente con el gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano que en un inicio no reconoció la victoria electoral del mandatario demócrata en noviembre.
Abbott agradeció al presidente por declarar el estado de desastre en el área, y en un comunicado sostuvo que se trata de “un importante primer paso”, si bien añadió que la asistencia individual sólo se había aprobado para 77 condados, no para la totalidad de las 254 comunidades de Texas, como él solicitó.
Ahora que todas las plantas de electricidad en Texas están operando, millones de residentes finalmente pudieron prender las luces y calefactores de sus casas.
Se espera que el clima mejore y las temperaturas suban hasta situarse en niveles normales en los próximos días, aunque la preocupación de las comunidades ahora pasará de la energía al acceso a suministros de agua potable. Más de mil 200 sistemas de suministro de agua informaron de alteraciones en sus servicios y en algunos sectores se recomienda beber agua hervida, de acuerdo con un portavoz de la comisión de calidad ambiental de Texas.