El portal Progressive International divulgó las publicaciones del medio Brasil Wire que revelan conversaciones entre fiscales estadunidenses que celebran sin ambages el arresto del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por el caso de corrupción Lava Jato.
Tras el fin del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff por un juicio político, Lula era el favorito para ganar las elecciones en las que finalmente resultó triunfador el actual presidente neofascista, Jair Bolsonaro. Estas revelaciones podrían poner fin a la demanda por corrupción que pesa contra el ex presidente brasileño. “Hoy voy a celebrarlo”, afirmó la fiscal Laura Tessler. “Un regalo de la CIA”, señaló por su parte el también fiscal Deltan Dallagnol, según el portal.
Las conversaciones confidenciales entre fiscales estadunidenses en el caso, como Tessler y Dallagnol, y el juez Sergio Moro revelan un nivel de connivencia mayor al que se pensaba.
Una petición presentada ante el Supremo Tribunal Federal por el equipo de defensa de Lula aporta nuevas pruebas de que Moro se asoció con autoridades extranjeras en la conducción del proceso que llevó a la detención de Lula, quien no pudo ser candidato a la presidencia en 2018.
En las más recientes conversaciones reveladas, hechas vía Telegram y que ahora son documentos judiciales, el nivel de colaboración ilegal evidente entre el grupo de trabajo de Lava Jato y el juez de promoción internacional es el más flagrante hasta ahora.
Posible anulación
Estos datos podrían llevar a la anulación de la demanda políticamente motivada contra Lula.
Moro, jefe del grupo de trabajo de Lava Jato, y Dallagnol, han sido acusados de “traición” por su colusión ilegal con las autoridades estadunidenses.
El portal agregó que en 2017 el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Kenneth Blanco, habló públicamente en un acto del Atlantic Council de su colaboración “informal” con fiscales brasileños en el caso contra Lula, contándolo como una historia de éxito.
En 2019, el Departamento de Justicia estadunidense intentó transformar el grupo de trabajo de Lava Jato en “una fundación privada para luchar contra la corrupción”.
El 5 de abril de 2018, cuando Lula fue detenido por Moro, la fiscal Isabel Grobba reveló la noticia: “Moro ordena la detención de Lula”, y Dallagnol respondió: “Antes de que MA (el ministro Marco Aurélio) arruine todo”. Dallagnol se refería a una votación en el Tribunal Supremo que Aurélio estaba preparando y que podía liberar a Lula de la cárcel hasta que hubiera una segunda apelación, lo que habría permitido al ex presidente postularse como candidato a las elecciones de 2018.
Progressive International menciona que desde que Bolsonaro asumió el país, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) aumentó su presencia y actividades en Brasil, y estuvo en contacto con el grupo de trabajo de Lava Jato. Reportó que la jefa de la Unidad de Corrupción Internacional del FBI, Leslie Backschies, se jactó de haber “derribado a presidentes en Brasil”.