Miguel Alacrán Berchelt expondrá el cinturón superpluma del Consejo Mundial de Boxeo ante Óscar Valdez, retador obligatorio para la contienda que, por el nivel de rivalidad que supone entre dos campeones mexicanos, ha sido comparada con la que hace 21 años entablaron Marco Antonio Barrera y Érik Terrible Morales, en el mismo escenario de Las Vegas, donde se han realizado 33 encuentros entre tricolores.
La ceremonia de pesaje fue un trámite breve y sin público, como será la función. Ambos sonorenses libraron la báscula, Valdez apenas por debajo del peso de la categoría, de 130 libras (58.967 kilogramos), mientras Berchelt, su antiguo amigo y vecino en Hermosillo, superó con mayor sacrificio, debido a que es muy alto para la división.
La presencia de Alfredo Caballero en el pesaje confirmó que el entrenador libró los problemas de visado y estará en la esquina de Berchelt, mientras el ex olímpico Valdez también contará con Eddy Reynoso, otro de los considerados mejores preparadores nacionales.
“Veo una pelea muy interesante, Alacrán Berchelt tiene la ventaja porque es un 130 (libras) grande, Óscar va subiendo de las 126 libras, es complicado. La pegada está del lado de Berchelt, pero Óscar tiene las tablas, el estilo olímpico, la esquina, la movilidad, pasos laterales para poder esquivar esos bombazos del Alacrán”, dijo a Espn el legendario Barrera.
“Valdez puede llevarse una victoria por decisión y tal vez Berchelt por nocaut, pero será una guerra entre mexicanos que ya me estoy saboreando”, añadió el tricampeón del mundo.
“Creo que la ventaja la lleva Berchelt. Espero que los dos resistan y lleguen bien hasta el final. Voy Berchelt por puntos”, apuntó Morales, primer tetracampeón en la historia del boxeo mexicano, protagonista con Barrera de una de las mejores rivalidades en la historia del boxeo mexicano.