La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) admitieron que sí se encontraron siembras ilegales de maíz y soya genéticamente modificadas en Campeche, señalaron organizaciones ambientalistas y habitantes de comunidades mayas.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Greenpeace México, el equipo de Indignación y habitantes de las comunidades de Hopelchén, en Campeche, indicaron que tras realizar solicitudes de información –vía la plataforma de transparencia– “sobre la existencia de algún estudio efectuado en 2020, en el que se haya detectado y confirmado la presencia de rastros o eventos transgénicos en muestras de plantas de soya y maíz”, ambas instancias “reconocieron la existencia de datos y registros que confirman la presencia” de transgénicos.
En el caso de la Semarnat, refirieron, la dependencia respondió –el pasado 19 de enero– que “los resultados obtenidos a las muestras de ejemplares de maíz y soya provenientes de las comunidades de Hopelchén, Campeche, para el caso del maíz, la muestra fue positiva para el promotor 35s, el terminador T-nos y a los eventos MON88017 y NK603, el primero confiere resistencia a coleópteros y tolerancia al herbicida glifosato, y el segundo tolerancia al herbicida glifosato. Por su parte, para las muestras de soya se obtuvo un resultado positivo para el evento MON4032 que confiere tolerancia al herbicida glifosato”.
Por su parte, el Senasica respondió el 3 de febrero que “en 2020 se realizaron verificaciones al cultivo de soya en el estado de Campeche (municipio de Hopelchén), de las cuales cuatro muestras de tejido vegetal conforme a los resultados de laboratorio fueron positivas a la presencia de material genéticamente modificado”. Sin embargo, para el caso de maíz señaló que se tienen cero estudios o análisis en los que se haya confirmado la presencia de rastros o eventos transgénicos.
Por lo tanto, ante el inminente riesgo de afectaciones irreversibles derivadas de la siembra de semillas de maíz y soya genéticamente modificadas, y al haberse observado la aplicación de glifosato sobre predios ubicados cerca de la comunidad de Komchén, municipio de Hopelchén, las organizaciones antes mencionadas urgieron a las autoridades a aplicar las medidas de seguridad, ya que “existe una gran preocupación por la impunidad que impera” al observarse la siembra ilegal de transgénicos a lo largo de cinco años.
