Como un síntoma de la vida interna del Congreso del Trabajo (CT), que celebró ayer sus 55 años de existencia, su edificio sede se encuentra casi en el abandono, su página de internet no presenta alguna actividad próxima a realizarse y hasta su cuenta en Twitter está suspendida.
Agrupa a 50 federaciones, confederaciones y sindicatos nacionales, que suman cerca de 15 millones de trabajadores, pero con un futuro incierto. Su vicepresidente, Gerardo Cortés (CTM), explicó que el sindicalismo y el CT necesitan avanzar, para lo cual, dijo, hay voluntad de sus integrantes, mientras Alberto Romero, coordinador de Vinculación con el Medio Sindical de la Universidad Obrera de México, apuntó que en este momento la agrupación perdió casi todo su peso político y parece destinada a convertirse en una “estatua” que rememore la lucha sindical.
“En mi calidad de presidente, encabecé la conmemoración del 55 aniversario del Congreso del Trabajo, el cual aglutina al movimiento obrero organizado en el país. Reiteramos nuestro compromiso de seguir luchando con unidad y justicia social en favor de las y los trabajadores”, indicó ayer el presidente del CT, Carlos Aceves del Olmo, durante un acto en un restaurante de la Ciudad de México.
Constituido el 18 de febrero de 1966 –producto de la unión del Bloque de Unidad Obrera y la Central Nacional de Trabajadores, que eran las dos primeras agrupaciones que conjuntaron a los distintos sindicatos– en sus inicios fue “una buena intención, porque lo conforman sindicatos independientes en ese momento”, explicó el académico de la Universidad Obrera.
El problema, explicó, fue que al igual que muchos sindicatos en México, “cuando se consigue poder se olvidan los ideales, entonces al Congreso del Trabajo lo abandonan cuando estuvo el PRI en su esplendor”.
Apuntó que todavía hace 10 años se ofrecían cursos de desarrollo sindical y profesional en distintas áreas, lo cual se ha dejado de lado. Actualmente, sólo mantienen promoción de una tarjeta de descuentos para los trabajadores, pero que también está “desactualizada”.
Gerardo Cortés adujo que ante el momento que vive el país y la vida laboral, los gremios deben actualizarse y evolucionar para volverse más sólidos, ya que tras la reciente reforma laboral la legitimación de contratos colectivos es, al mismo tiempo, un respaldo a los sindicatos que se debe ganar día a día.
En el caso del CT, agregó, “para que haya avance primero tiene que haber intención, que ya la hay. Para lograr un Congreso del Trabajo adecuado hay que pagar cuotas y en esa lucha estamos. Ojalá que no nos quedemos en el intento”.
Tras descartar una desaparición eventual del CT, afirmó que la pandemia unió a las centrales e incluso colocó a gremios “más conservadores” con otros con los que tuvieron conflictos por años en la misma mesa para llegar a acuerdos.
Romero expuso que parte del “abandono” está ligado a que la organización dejó de representar poder, pero llamó a darle “una sacudida”, ya que debe prevalecer como una fuerza que contrarreste los abusos contra los trabajadores.